Alcaldes y agentes sociales celebran el convenio de Andorra, pero advierten del riesgo de despoblación
El presidente de la CEOE-Teruel reclama más precisión sobre la generación de empleo, mientras que el secretario de UGT alerta de que el bajo paro es engañoso.
El presidente de la CEOE-Teruel, Juan Ciércoles, lamentó la tardanza en la aprobación del Convenio de Transición Justa y reclamó "más concreción" en sus términos, para saber "cuándo, cómo y de qué manera" se van a crear los empleos anunciados. Matizó a continuación que la presentación del documento este lunes en Andorra fue "una buena noticia" para la localidad, en la que el propio Ciércoles es teniente de alcalde.
El vicepresidente de Cepyme-Teruel, José Antonio Guillén, reclamó que las ayudas prioricen a las empresas "del territorio", porque con ellas "no hay peligro de deslocalización" y han mostrado su "resiliencia". Guillén dijo que el convenio genera una "variedad de herramientas" suficiente para "dar la vuelta" a la situación de la comarca.
El alcalde de Ariño, Joaquín Noé, reivindicó, como condición previa para atraer empresas, la mejora de las comunicaciones -en particular la pista minera que va de Andorra a Ariño-, de la conectividad, del abastecimiento de agua y de la oferta de viviendas. Noé concluyó, no obstante, con un mensaje "optimista" sobre el futuro de la cuenca andorrana, porque el Convenio de Transición justa "es una oportunidad histórica, y se va a aprovechar".
El alcalde de La Puebla de Híjar, Pedro Bello, manifestó su esperanza de que el plan presentado "no llegue tarde" y reclamó apoyo técnico y financiero para que los ayuntamientos puedan redactar proyectos que opten a la financiación de la transición justa.
El secretario general de UGT en la provincia y concejal de Andorra, Alejo Galve, recordó la conflictiva visita de la vicepresidenta en enero de 2019, cuando los vecinos protestaron por la falta de alternativas a las minas, porque, aclaró, "el proceso no ha sido un camino de rosas". Galve matizó que, si hay pocos demandantes de empleo en la localidad, se debe a la emigración de las familias ante la falta de alternativas laborales hasta ahora. Un argumento parecido al que esgrimió el presidente de la vecina comarca de Cuencas Mineras, José María Merino, que recordó que su comarca pasó de tener 4.000 empleos en la minería del lignito a 800 con las industrias actuales. "Los jóvenes estudian fuera y allí se quedan por falta de oportunidades", se lamentó. Pidió que la transición justa alcance también a su comarca.
El dirigente de CC. OO. Luis Clarimón reclamó por su parte que el empleo alternativo que se cree sea de "la misma calidad" que el que generaban las minas y la central eléctrica de Endesa.
El presidente provincial del PP, Joaquín Juste, mostró en una rueda de prensa su "escepticismo" ante lo que tachó de "promesas" de la vicepresidenta Teresa Ribera, que, además, llegan "tarde".
