El proyecto para montar en Teruel una red de calor para abastecer a 5.000 viviendas de calefacción y agua caliente para usos sanitarios ha sido rechazado por el Ayuntamiento ante el informe vinculante desfavorable del Consejo Provincial de Urbanismo. La planta de producción, que iba a utilizar astillas de madera como combustible, no cumple el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) al superar la altura máxima permitida. Prevé una chimenea de 21 metros frente a los 15 autorizados.

El proyecto cuenta desde 2020 con la declaración de "interés autonómico" del Gobierno de Aragón, una catalogación que facilita la tramitación administrativa. Contemplaba una planta de producción de agua caliente en una parcela de suelo no urbanizable al sur de la ciudad, lo que requería de una autorización especial del Ayuntamiento. Tras el pronunciamiento contrario del Consejo Provincial de Urbanismo, el permiso municipal queda denegado.

Desde la empresa promotora, Teruel Eco Energías, manifestaron su intención de seguir adelante son sus planes. Adelantaron que, ante las dificultades de desarrollar su proyecto en la parcela prevista inicialmente, acaban de presentar en el Ayuntamiento una nueva propuesta con una ubicación distinta y que comporta una ampliación de la inversión.

El director de desarrollo de negocio de Teruel Eco Energías, Roberto de Antonio, ha señalado que los terrenos del proyecto inicial –en la zona de Los Planos– presentan, además de dificultades urbanísticas, complicaciones por la posible afección al tendido ferroviario y a una carretera. Ante estos inconvenientes, la empresa ha firmado una opción de compra para un emplazamiento alternativo y la semana pasada inició la tramitación del nuevo proyecto ante el Ayuntamiento.

De Antonio ha explicado que el nuevo proyecto, que también abastecerá a 5.000 viviendas –3.800 domicilios particulares y el resto para equipamientos públicos– supondrá una inversión de 25 millones de euros y creará 100 empleos, entre directos e indirectos, frente a los 18 millones y 40 puestos de trabajo de la primera propuesta. El directivo añadió que la calefacción a través de su red de calor comportará un ahorro de entre el 15% y el 20% respecto a los sistemas alimentados con gasóleo o gas, además de reducir las emisiones de CO2 en 20.000 toneladas anuales.

La caldera consumirá biomasa –astillas de madera–, aunque la empresa estudia la posibilidad de utilizar también energía fotovoltaica y geotérmica. Según el director de desarrollo de negocios, en cuanto obtengan la licencia de obras, la central de producción de agua caliente y la primera fase del tendido de conducciones de distribución tardarán 14 meses en construirse.

Roberto de Antonio ha aclarado que parte del incremento del presupuesto responde al aumento de costes con la inflación y el encarecimiento de los materiales de construcción desde que se elaboró la propuesta inicial, en 2021. Aunque el trámite urbanístico tiene que empezar de cero, la empresa señala que la declaración de "inversión de interés autonómico" sigue vigente.