La Casa Blanca, un edificio del Ensanche de Teruel actualmente ocupado por dependencias administrativas de la DGA y la sede provincial del Justicia de Aragón, se perfila como la primera opción para ubicar la Agencia Espacial Española (AEE). Este inmueble, con 3.400 metros cuadrados de superficie construida, cumpliría uno de los requisitos para instalar la AEE –que el Gobierno quiere que esté operativa en el primer trimestre de 2023–: disponer de una sede de 3.000 metros cuadrados y un salón de actos con capacidad para 250 personas.

La comisión técnica creada por la DGA para elaborar la candidatura turolense, ha analizado este viernes las posibilidades de emplazamiento para la agencia, con la Casa Blanca como la opción más inmediata, aunque esta solución obligará a trasladar las dependencias que contiene a la Delegación Territorial. A medio plazo, Teruel planteará la posibilidad de destinar la antigua residencia de la tercera edad Turia como solución y, a más largo plazo, y tras una inversión más cuantiosa, se ofrecerá la ubicación en el antiguo Hogar Comandante Aguado, un voluminoso inmueble histórico de la DPT de 12.450 metros cuadrados que fue objeto de un proyecto para su adecuación como Museo Nacional de Etnografía que no llegó a iniciarse.

Inicialmente, la propuesta turolense planteaba como sede la planta baja del antiguo Banco de España, pero su superficie de 642 metros cuadrados solo cubre una quinta parte de los requisitos de la AEE. Para el director general de Investigación, Ramón Guirado, el edificio conocido como la Casa Blanca es la opción más viable para el arranque de la Agencia. En el listado de cuestiones a evaluar, el Gobierno señala que "valorará muy positivamente" las candidaturas que ofrezcan instalaciones disponibles desde el 1 de enero de 2023.

La AEE contará con una plantilla inicial de 60 trabajadores y, en los requisitos para determinar el emplazamiento, figuran distintos aspectos destinados a facilitar la integración y el traslado de los empleados, que procederán de 11 ministerios. Además de conexión al tren de alta velocidad y un aeropuerto con vuelos internacionales –el aeropuerto de Teruel puede recibir vuelos internacionales, pero limitados a aviones de 19 plazas–, otros aspectos que se valorarán serán la colaboración financiera –Teruel utilizaría el Fite para este fin– y la presencia de empresas del sector espacial.