TEruel

La última vaquería de la provincia de Teruel cierra sus puertas en los próximos meses

La granja lechera, en Alcorisa, produce 3.000 litros diarios y su clausura dejará sin suministro a dos obradores lácteos en Ejulve y Caspe

Las últimas vacas lecheras de Teruel, en la explotación ganadera de Alcorisa.
Las últimas vacas lecheras de Teruel, en la explotación ganadera de Alcorisa.
Heraldo

Las únicas vacas lecheras que quedan en la provincia de Teruel están en una granja de Alcorisa y podrían desaparecer a comienzos del próximo año si no se encuentra una solución. “La familia que lleva toda la vida trabajando en esta explotación va a dejarlo y no se sabe qué pasará con las vacas”, explica el veterinario Álvaro Aranda, colaborador de la granja.

La granja de vacas de Alcorisa lleva aproximadamente cinco años sola en la producción de leche, después del cierre de las explotaciones de Aguaviva y Villarquemado. La pérdida de estos animales convertiría a Teruel en una de las primeras provincias españolas sin vacas de leche. Según Aranda, Tarragona tampoco cuenta ya con este tipo de vacas y Soria resiste con dos explotaciones lecheras.

Hace 30 años, tal y como relata Aranda, en la provincia había entre 40 y 50 granjas especializadas en vacas lecheras. “Casi cada pueblo contaba con una vaquería propia unidas por la Cooperativa Provincial Lechera de los Amantes”, añade el veterinario.

Todo esto cambió por diferentes motivos económicos y sociales. El veterinario apunta a la reducción del precio que se recibe por litro de leche y que provoca que por momentos deje de ser rentable. A esto suma el cierre de granjas familiares con largas trayectorias y que se vieron obligadas a cesar en la actividad por falta de relevo generacional.

“Hay una falta de apoyo en investigación y técnicas por parte de las instituciones. No se ofrecen casi ayudas para conseguir maquinaria acorde a este siglo y apenas se permite conciliar con otras facetas de la vida”, denuncia.

Estas circunstancias ponen en peligro la continuidad de las 100 vacas del centro ganadero de Alcorisa. Entre todas ellas “se producen 3.000 litros de leche al día”, de acuerdo a la cifra estimada por Aranda. La producción se vende a un obrador de quesos en Ejulve y un productor de yogures, entre otros lácteos, de Caspe. “El cierre de la granja dejará sin suministro a estos dos obradores, bajará su producción y repercutirá económicamente”, destaca.

La industria láctea de Teruel está formada por pequeños productores y la cantidad obtenida es “muy poca”, como describe Aranda. La mayor parte del suministro llega de la mano de proveedores externos. “La necesidad de comprar leche en otros sitios y el transporte hasta aquí tiene altos costes y no es rentable, por lo que hay que promover la producción en el territorio”, afirma.

Un plan de salvación

La Plataforma de Ganaderos y Veterinarios de Aragón, a favor del vacuno de leche, trabaja en un proyecto bajo el nombre de ‘Apadrina una vaquica’. El objetivo es mostrar la problemática existente con las vacas lecheras en la provincia de Teruel a través del caso de Alcorisa y hacer que “los jóvenes vean que es una actividad digna de la que se puede vivir”.

La desaparición del vacuno para leche irá acompañada “de grandes pérdidas económicas y de soberanía alimentaria, en un momento en el que Teruel está ganando terreno en el mundo quesero”, asegura Aranda, promotor de la campaña ‘Apadrina una vaquica’.

Para evitar estas consecuencias, la campaña busca empresas turolenses o de Aragón que puedan dar continuidad a esta explotación alcorisana. “Toda ayuda es bien recibida. Una de las ideas que nos planteamos es realizar un ‘crowdfunding’ para que la gente colabore en darles una segunda oportunidad a estos animales”, anuncia el veterinario.

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