Lanzan en Teruel el programa 'Apadrina un abuelo', que conectará a estudiantes con mayores en soledad

Un innovador programa que persigue mitigar la soledad de los mayores y que los jóvenes conozcan distintas realidades de la vida empezará a funcionar el próximo octubre en Teruel gracias al esfuerzo de Cáritas. Se trata del proyecto ‘Apadrina un abuelo’, que toma como referencia una iniciativa desarrollada en Gerona y de la que no existen precedentes en la provincia.

‘Apadrina un abuelo’ pondrá en contacto a estudiantes de cuarto de la ESO y primero de Bachillerato del colegio concertado Las Viñas con mayores de la residencia Seminario Conciliar. A cada dos jóvenes se les asignará un residente en función de sus aficiones y temperamento, con el fin de que congenien y puedan charlar y llevar a cabo actividades.

"En experiencias similares, empiezan charlando un ratito y acaban sintiéndose abuelos y nietos de verdad", explica el director de la residencia Seminario Conciliar, Blas Sanz, un centro en el que viven 95 personas mayores, entre las que hay algunos sacerdotes.

María Ortín, la profesora de Las Viñas más implicada en la iniciativa, considera que será "muy interesante" que los estudiantes se involucren en un voluntariado con mayores justo después de la pandemia, cuando estos han podido perder a un familiar y se sienten más solos. Según afirma, los alumnos "parecen muy ilusionados" con el proyecto. "En cuanto Cáritas nos propuso participar en el programa –continúa–, dijimos que sí al instante".

Cáritas ha realizado ya algunas actividades con los residentes del centro Seminario Conciliar para conocer sus inquietudes y necesidades y ayer mismo, a apenas dos semanas de que el programa eche a andar, celebró una reunión con el centro educativo.

"Intentamos despertar el voluntariado entre los jóvenes para que estos se involucren en la ayuda a personas mayores", explicó Loles Esteban, de Cáritas Teruel. Los estudiantes acudirán a la residencia una vez por semana, conjugando esta labor con sus estudios académicos, y recibirán formación para poder desarrollarla. "Quizá hay jóvenes y mayores a los que les une el ajedrez y pueden jugar", apuntó Esteban.

El curso 2022-2023 tendrá un carácter experimental. "Si funciona, abriremos la iniciativa a más institutos", afirmó el director de Cáritas, Juan Marco, para quien los jóvenes deberán "escuchar a los mayores, transmitirles su alegría, y hacer que se sientan queridos".