Las peñas se lanzaron ayer a la conquista de las calles y plazas del Centro Histórico con el montaje de las carpas y los pabellones festivos. Los trabajos empezaron a principios de semana para dar los primeros toques vaquilleros a la ciudad. Las primeras en levantarse fueron las sedes festivas de las vías menos transitadas para dejar para el final los montajes con más incidencia en el tráfico. En torno al 60% de los escenarios festivos estaban ya ayer a cubierto y hoy, previsiblemente, se acabará la operación.

Los primeros espacios públicos en incorporar el decorado vaquillero fueron La Glorieta y la plaza del Seminario, dos zonas cerradas al tráfico rodado. También se levantaron con celeridad los pabellones de las peñas de la ronda de Dámaso Torán que hoy, jueves, tendrán que convivir con el mercadillo semanal.

El presidente de Interpeñas, Juan Nacher, explicó que las carpas de las peñas de la ronda de Dámaso Torán, como La Unión, Los Chachos, Nos An Soltao o El Disfrute, se tuvieron que montar antes del jueves porque «si esperaban a que terminase el mercado ya no les daba tiempo de estar listos para el inicio de La Vaquilla».

Las carpas, al igual que el resto de los servicios y suministros para las peñas, acusan los efectos de la inflación. Nácher señaló que los precios han subido en torno al 20% tanto en las carpas como en las comidas o las orquestas.

Una de las carpas ya dispuestas para el estallido festivo del próximo viernes –la víspera de La Vaquilla ya se vive con intensidad– es la de El Chasco. Su presidente, José David Torres «Chepe», explicó que el precio del pabellón ha subido un 6% respecto a 2019 y, unido a otros incrementos de costes, ha obligado a subir 10 euros la cuota de socio, hasta los 120 euros. La infraestructura peñista incluye también una caseta-vestuario y un escenario. Las dos carpas –una para el público y otra para el escenario– suman 400 metros cuadrados a cubierto.

La empresa turolense Carpas Alpuente se encarga de montar las instalaciones festivas de seis peñas: El Puchero, El Despadre, Los Bohemios, Nos an soltao, El Disloque y El Rescate. Empieza su tarea por las menos conflictivas para el tráfico y terminó, la pasada madrugada, por El Disloque, en la calle Joaquín Arnau.

El propietario de Carpas Alpuente, Juan Madrid, explicó que los principales quebraderos de cabeza se los dan el tráfico y compatibilizar el montaje de carpas y pabellones con el arbolado y la farolas, que, como apunta, «no se pueden quitar», porque el mobiliario urbano se retira de las calles para facilitar la actividad festiva. Si no hay imprevistos, en siete horas pone en pie una sede vaquillera. Madrid agradeció la colaboración de la Policía Local para completar el equipamiento de las peñas.

Explicó que, aunque los costes de su empresa han subido desde 2019 con la inflación, cobrará lo mismo que hace tres años a la mayoría de sus clientes –con contratos plurianuales– y, como mucho, encarecerá su servicio será un 10%.