Teruel duplica su población con una fiesta del toro de cuerda que dejará 1,5 millones de euros

Teruel es desde este viernes el epicentro de la fiesta del toro de cuerda en España al reunir a 23 delegaciones de otros tantos municipios de distintos puntos del país en los que sigue viva la centenaria tradición de ensogar un astado para que los aficionados sientan la emoción de correr junto a él por las calles. A lo largo de este fin de semana, una veintena de toros de 450 kilos desfilarán por el barrio del Ensanche. Se calcula que la ciudad recibirá entre 30.000 y 40.000 visitantes, duplicando su población habitual.

El evento, culminación del XVII Congreso Nacional del Toro de Cuerda que se ha celebrado durante toda la semana en Teruel, ha arrancado con el desfile de más de 4.000 congresistas desde la plaza de toros hasta la plaza de la Catedral. A su paso por el Viaducto Viejo o de Fernando Hue, los participantes, ataviados con el atuendo de sus respectivas asociaciones y portando carteles con el nombre de su lugar de procedencia, expresaban su admiración por las dimensiones del puente y por la belleza de las torres de estilo mudéjar, características de la ciudad.

Antonio García/Bykofoto

Desde Amposta (Tarragona), uno de los organizadores de la expedición, David Magriñá, explicó que en su tierra el toro se ensoga con dos cuerdas por delante atadas con un lazo a los cuernos. Distinta costumbre existe en Cabretón (La Rioja), otro de los pueblos participantes, donde, según uno de sus vecinos, Alfredo Izquierdo, una soga va por delante y otra por detrás. El representante del grupo de Grazalema (Cadiz), Jesús Séllez, un tanto extrañado por las altas temperaturas que registra una ciudad famosa por el frío, afirmó que los astados encordados en su localidad “no sufren, porque sus cuernos van protegidos por un tejido de lana que amortigua el tirón”.

"Que el Ángel os proteja"

Los congresistas, que este sábado correrán junto a los toros ensogados a la manera de cada municipio, han sido recibidos en la plaza de la Catedral por la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, quien desde el balcón consistorial les ha dado la bienvenida y les ha deseado “que el patrón de la ciudad, el Ángel Custodio, os proteja de cualquier peligro”.

Imágenes | Teruel, epicentro de la fiesta del toro de cuerda en España

Se estima que el Congreso Nacional del Toro de Cuerda dejará en la capital turolense entre 1,2 y 1,5 millones de euros. “Hablamos de entre 30.000 y 40.000 personas a lo largo de tres días, muchas de las cuales pernoctan en la ciudad y todas, de una u otra forma, consumen bebidas y alimentos en los establecimientos locales”, ha explicado Valentín Calvo, miembro de la Asociación de la Soga y Baga de Teruel, la entidad que ha organizado el acontecimiento taurino. Según indicó, el impacto económico calculado es similar al que se ha producido en anteriores ediciones del congreso allí donde se ha celebrado.

Calvo no ha ocultado su “nerviosismo e incertidumbre” ante el temor de que pueda producirse alguna incidencia entre los corredores. Las principales calles del Ensanche han sido valladas para que solo participen en el encierro los expertos y aquellos aficionados que reúnan condiciones. Se han instalado gradas con 1.300 plazas para quien desee ver el espectáculo sentado y se han distribuido por el recorrido cuatro barras de bar.

Los actos han continuado este viernes en la plaza del Torico con la exhibición de un toro ensogado a cargo de la Asociación de la Soga y Baga de Teruel, cuyos miembros han guiado al astado vestidos a la usanza medieval. La suelta se ha desarrollado sin incidencias en un espacio repleto de gente con ganas de disfrutar de la fiesta. Después, se ha representado en un balcón la escena de la leyenda de los Amantes de Teruel en la que él le pide a ella un beso que esta le niega, lo que desencadenó la conocida tragedia amorosa.

La plaza del Torico está engalanada desde principios de esta semana con las cuerdas típicas de cada uno de los 23 municipios partipantes. Las sogas, de distintos colores y formas, parten desde la columna donde descansa el emblemático astado de bronce, en trayectoria radial, hasta distintos puntos de la plaza.