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El Rambo de Requena será juzgado el 22 de marzo en Teruel por disparar a dos guardias en Muniesa

Protagonizó una larga persecución que arrancó en Valencia y terminó en Andorra tras dejar un agente malherido.

La Guardia Civil inspecciona la calle de Muniesa donde el fugitivo –a la derecha– disparó a dos guardias.
La Guardia Civil inspecciona la calle de Muniesa donde el fugitivo –a la derecha– disparó a dos guardias.
Jorge Escudero

Pedro Lozano, el delincuente conocido como Rambo de Requena que protagonizó una rocambolesca fuga en 2020 a través de las provincias de Valencia y Teruel hasta ser detenido el 8 de junio en Andorra, será juzgado los próximos días 22 y 23 de marzo en la Audiencia Provincial de Teruel por haber disparado contra dos guardias civiles que se disponían a identificarlo en Muniesa, entre otros delitos. Uno de los agentes resultó malherido por un disparo de postas de Lozano al verse acorralado en una calle sin salida en la que se introdujo con su coche durante la persecución.

El ministerio público pide una condena de 29 años por dos delitos de tentativa de homicidio –11 años por cada uno–, tenencia ilícita de armas, robo con fuerza en una casa habitada, conducción temeraria y coacciones. La acción popular, ejercida por las Asociación Unificada de la Guardia Civil coincide con el criterio y la calificación de la Fiscalía.

La acusación particular de los dos guardias tiroteados, ejercida por el abogado Jorge Piedrafita, eleva la petición a 61 años, al entender que la actuación del acusado respondió a dos intentos de asesinato. Piedrafita considera que "la voluntad de matar" del acusado está "fuera de duda". Recuerda que el Rambo de Requena "disparó a la cabeza" de los dos guardias, aunque solo alcanzó a uno, que, al intentar protegerse, recibió el impacto en un brazo. Señala que, el acusado, utilizó "postas modificadas" como munición. Reclama, además, una indemnización de 600.000 euros para sus clientes –100.000 pide la Fiscalía–, aunque Lozano, de 29 años y natural de Sagunto (Valencia), es insolvente.

La defensa, ejercida por el abogado Manuel Gómez Campos, califica los hechos como un delito de lesiones graves y propone una pena de dos años de cárcel, a la que sumaría otro año por allanamiento de morada y una multa por el hurto de un vehículo en El Castellar, localidad en la que el fugitivo permaneció escondido antes de su última escapada, que le condujo a Andorra pasando por Muniesa.

La irrupción de Pedro Lozano en las calles de Andorra durante su huida tras el tiroteo de Muniesa revivió en la localidad el recuerdo del triple crimen de Igor el Ruso en diciembre de 2017, cuando el pistolero serbio asesinó a tiros al ganadero andorrano José Luis Iranzo y a los guardias civiles Víctor Romero y Víctor Caballero.

El Rambo de Requena, que había robado una furgoneta en Muniesa tras abandonar allí el coche hurtado previamente en El Castellar, quedó atascado en una calle de Andorra. Un conductor que le identificó intentó atropellarlo con su coche, pero no logró su objetivo y el fugitivo tras subirse al automóvil le obligó a ayudarle a salir del pueblo. La Guardia Civil detuvo finalmente a Lozano a tres kilómetros del casco urbano, en el monte de La Paloma, tras dispararle en una pierna.

Jorge Piedrafita señala que "pese al ser un juicio con tribunal profesional y con menos sesiones, a diferencia del celebrado contra Igor el Ruso con jurado popular, no puede haber ninguna confianza y habrá que realizar un intenso trabajo en sala para acreditar la existencia de los numerosos delitos cometidos por el investigado, lograr la pena máxima para que el Rambo tarde mucho en ver la luz del sol y no sea un peligro para la ciudadanía".

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