tribunales 

Dos guardias civiles dicen que el Rambo de Requena quiso matarlos

Declararon ayer en el Juzgado de Calamocha para reiterar que les disparó hacia la cabeza con una escopeta de caza

Momento en que fue capturado el Rambo de Requena por la Guardia Civil. La detención se produjo en un paraje de Andorra.
Momento en que fue capturado el Rambo de Requena por la Guardia Civil. La detención se produjo en un paraje de Andorra.
Heraldo

Los dos guardias civiles que fueron atacados el pasado 8 de junio por Pedro Lozano, conocido Rambo de Requena, en Muniesa declararon ayer en el Juzgado de Calamocha que el delincuente valenciano quiso matarlos al dispararles unas postas modificadas hacia la cabeza, cuando iban a identificarlo.

Uno de los agentes explicó que se protegió con el brazo y sufrió graves heridas en esta extremidad mientras que su compañero resultó ileso porque tuvo tiempo de esquivar el impacto.

En la declaración, los agentes que detectaron al Rambo de Requena explicaron una pormenorizado relato de los hechos sucedidos, según su abogado Jorge Piedrafita. Explicaron que Pedro Lozano, de forma consciente, quiso eludir su detención y trató de acabar con la vida de los agentes mediante una acción de emboscada premeditada. Les disparó a la cabeza, de forma sorpresiva y con ventaja, además de tratar de coger a uno de ellos por la espalda cuando estaba protegiendo a su compañero.

El letrado Jorge Piedrafita, que representa a los dos agentes de la Guardia Civil, explicó que los agentes acreditaron que el Rambo de Requena, al verse detectado y para eludir la detención, emboscó a los agentes disparándoles de forma sorpresiva a la cabeza. A uno de ellos fue por la espalda, quien fue lesionado en un brazo al cubrirse del disparo.

La pericia profesional de los guardias evitó que lograra su objetivo de matarlos y le obligaron a huir del lugar de los hechos evitando riesgo a los ciudadanos. El letrado de la acusación particular anunció que pedirá la máxima pena al imputado por dos tentativas de asesinato, tenencia ilícita de armas, robo, daños y resto de delitos que le imputan.

Asimismo, prestaron declaración dos testigos sobre el robo de una furgoneta en Muniesa y otro de Andorra, al que intentó secuestrar y le quitó una fiambrera, antes de escapar al monte, donde fue finamente detenido. 

En la causa abierta, que lleva la juez de Instrucción Ana Isabel Aliaga, el imputado se negó a prestar declaración en la prisióin de Zuera (en la enfermía, donde está), cuando la comisión judicial se traslado al centro penitenciario para facilitarlo.   

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