Destrozan los árboles plantados en la zona de merienda del área de autocaravanas de Teruel

El concejal de Medio Ambiente en Teruel, José Luis Torán, ha condenado estos hechos, lamentando que la destrucción de árboles "es más frecuente de lo que los ciudadanos imaginan". 

La imagen muestra los árboles rotos en la zona, con mesas y bancos para comer y merendar.
La imagen muestra los árboles rotos en la zona, con mesas y bancos para comer y merendar.
María Ángeles Moreno

Autores desconocidos han destrozado, en un acto de vandalismo, los árboles plantados recientemente en el merendero del área de aparcamiento de autocaravanas de Teruel, cuyo cometido era proporcionar sombra a esta pequeña zona de esparcimiento preparada para los turistas que visitan la ciudad en ‘roulotte’.

El concejal de Medio Ambiente en Teruel, José Luis Torán, ha condenado estos hechos, lamentando que la destrucción de árboles «es más frecuente de lo que los ciudadanos imaginan». «Cada dos por tres -explica-, el Servicio de Parques y Jardines tiene que suplantar ejemplares que han sido cortados, rociados con sustancias perjudiciales, o sus ramas desgajadas por puro gamberrismo». Cada año, los jardineros sustituyen en Teruel de 10 a 12 árboles jóvenes que han sido maltratados.

Torán recuerda que, hace dos años, varios ejemplares aparecieron rotos en la Glorieta y lo mismo ocurrió recientemente en el Parque de las Arcillas. «Algunas personas carecen de sensibilidad con el medio ambiente y esto es muy grave», afirma el concejal.

El área de aparcamiento de autocaravanas de Teruel, acondicionada en la explanada de Los Planos, a muy pocos metros del parque paleontológico de Dinópolis, se inauguró el verano de 2020 y tiene capacidad para 35 vehículos. Desde su apertura ha venido registrando una alta ocupación, especialmente en los puentes festivos, cuando el espacio se llena de ‘roulottes’ y muchos visitantes tienen que estacionar su caravana en los alrededores por falta de plaza.

El aparcamiento es gratuito y los usuarios disponen de toma de luz y agua así como de una zona con mesas y bancos para comer o merendar. Ahora, los árboles que debían mitigar las altas temperaturas del verano tendrán que ser reemplazados por otros.

José Luis Torán advierte de que estos actos de vandalismo «cuestan dinero a todos los ciudadanos». «Si los árboles son pequeños, no es mucha cuantía, pero cuando se trata de ejemplares grandes, el gasto ya es considerable», asegura. Para el concejal de Medio Ambiente, «la única solución al gamberrismo se llama educación».

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