Teruel

La provincia de Teruel bate récord de temperatura máxima en diciembre

Albarracín registró el día de Nochevieja 22,5 grados, la más alta de Aragón y la capital alcanzó 21,2 grados, la mayor de los últimos 35 años

Altas temperaturas en Teruel. 01/01/21. Foto: Javier Escriche[[[FOTOGRAFOS]]]
Una pareja pasea por el Centro de Teruel este sábado, donde a mediodía se registraban más de 17 grados de temperatura.
Javier Escriche

La provincia de Teruel está registrando unas temperaturas increíbles para la época, que, de seguir así, acabarían con la fama de lugar frío que el territorio se ha ganado históricamente. Albarracín registró el día de Nochevieja la máxima de Aragón, 22,5 grados, y la capital alcanzó ese mismo día 21,2 grados, lo que supone batir el récord de los últimos 35 años en diciembre, situado en los 21,1 que marcaron los termómetros el 5 de ese mes de 2018.

Los datos, publicados por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), reflejan igualmente que en Castellote hubo el 31 de diciembre 22,4 grados y en Montalbán, 21,3. Las altas temperaturas, totalmente inusuales para el invierno turolense, se dieron también en la zona de Gúdar-Javalambre. La red de estaciones ‘Meteoibérico Sureste’ recoge que el último día de 2021 se dieron en Sarrión 25,7 grados, mientras que en Mora de Rubielos hubo 24,9 y en la estación de Becerriles de El Pobo, que se encuentra a 1.386 metros de altitud, se registraron 23,5 grados.

Este sábado se espera que las temperaturas máximas no sean tan altas. Aún así, muchos turolenses han salido a la calle este día de Año Nuevo sin abrigo ni anorak, tan solo con un jersey o una sudadera. Los parques infantiles se han llenado esta mañana de padres con sus niños disfrutando del buen tiempo; las terrazas de los bares han estado completas de clientes y los caminos rurales han registrado un gran número de paseantes y ciclistas. Nada que ver con los últimos días del mes de diciembre de 2020 y los primeros de 2021, cuando la borrasca Filomena anunciaba su llegada, que se produciría entre el 7 y el 8 de enero con una nevada histórica que en algunos puntos alcanzó los 50 centímetros de altura y a la que siguieron 10 días de temperaturas de hasta 21 grados bajo cero.

Los hosteleros de la capital turolense agradecían este Año Nuevo las buenas temperaturas. “Ya que sufrimos otra vez restricciones en el sector, al menos este buen tiempo, que es propio de primavera o verano, nos trae clientes” , ha explicado Arantxa Julián, empleada del restaurante ‘El Mirador’. Vanesa Férriz, gerente de ‘El Óvalo’, ha señalado que en Nochevieja “tuvimos la terraza al completo todo el día; la gente estaba en mangas de camisa e incluso, los más atrevidos, de manga corta”. Cristina Sanjosé, una turolense que junto a dos amigos tomaba un refresco en una terraza del Paseo del Óvalo, ha comentado que este tiempo “no es normal, pero todos preferimos este calor, al frío de otros año”. “Todo el mundo se ha animado a salir de casa y la ciudad es mucho más alegre”, ha dicho la mujer.

“Hemos pulverizado los récords de temperatura”, ha destacado Manuel Sabater, impulsor de la red de estaciones ‘Meteoibérico Sureste’, que recoge datos desde hace ya diez años. La zona en la que Sabater ha instalado sus observatorios meteorológicos, la comarca de Gúdar-Javalambre y parte de la Comunidad de Teruel, es especialmente conocida por el frío en invierno y ahora allí se han registrado máximas en muchos municipios que superan los 20 grados. No obstante, la gran oscilación térmica entre el día y la noche que caracteriza a las zonas altas de la provincia de Teruel, sigue presente. La estación ‘El Portero’ de Monteagudo del Castillo, a 1.490 metros de altitud, registró el 31 de diciembre 8 grados bajo cero de mínima y 20,1 de máxima.

Para Vicente Aupí, historiador e investigador del clima en la provincia de Teruel, la situación viene motivada por la llegada de una masa de aire cálido del sur, si bien en estos días las condiciones son realmente excepcionales por el fenómeno conocido como inversión térmica. Debido a la estabilidad atmosférica, el aire frío, más denso y pesado, se deposita en los valles, desplazando hacia las sierras el aire caliente. De este modo, como subraya Aupí, estos días hace más frío en Zaragoza -también por la presencia de la niebla-, que en la localidad turolense de Bronchales, a 1.569 metros de altitud.

No obstante, los 21,2 grados de la capital turolense de este 31 de diciembre no han superado otros tres datos anteriores a 1986. La ciudad registró 22 grados el 2 de diciembre de 1908 y el mismo día de 1979. Además, tuvo 21,9 el 24 de diciembre de 1878.

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