Un reventón, unido a meses de sequía, dejan sin agua a los vecinos de Abejuela

Los vecinos de Abejuela han tenido que pedir ayuda a los bomberos para poder contar con agua de boca. Un reventón en una tubería que no fue detectado hasta varios días después de que se produjera dejó sin reservas hace ya más de una semana el depósito del que se abastecía la veintena de habitantes que residen durante el invierno en este pequeño municipio turolense limítrofe con la Comunidad Valenciana.

A la avería en la red de abastecimiento pública se ha unido la falta de lluvias que padece la localidad desde antes del verano. Si bien la fuga ya ha sido localizada y reparada, el aljibe municipal permanece vacío, a la espera de precipitaciones que alimenten las fuentes naturales del pueblo y permitan llenar de nuevo el depósito.

Ante esta situación, los bomberos del parque de Teruel suministran desde hace días agua de boca a la población con camiones cisterna que cargan en la capital turolense y en Arcos de las Salinas, a solo 30 kilómetros de Abejuela. Hasta la fecha han llevado 218.000 litros en tres desplazamientos, el último este jueves, cuando los efectivos llenaron otro de los depósitos del pueblo con 48.000 litros.

La alcaldesa de Abejuela, María del Carmen Civera, agradecía al equipo de bomberos de la Diputación Provincial de Teruel el trabajo realizado. "De no ser por ellos, no podríamos hacer una vida normal, porque estábamos muy apurados; nuestras fuentes son muy pobres y la avería nos sorprendió con pocas reservas", explicó.

El Ayuntamiento ha racionado el consumo de agua. Durante la noche no hay suministro en las casas, si bien se advierte a la población de que hagan acopio para afrontar posibles situaciones de emergencia. "Solo pido a los vecinos que usen el agua con sentido común y sensatez, que no la malgasten, porque ahora mismo es un bien muy escaso en Abejuela".

La alcaldesa recuerda que los técnicos tuvieron que desplazarse a Abejuela en cuatro ocasiones para poder localizar la fuga, de la que no había señales al exterior. De los cuatro depósitos que tiene el pueblo, dos estaban vacíos para proceder a su limpieza, otro se había quedado sin reservas por el consumo normal de la población y el último perdió su contenido por el reventón. Aunque el número de residentes fijos no supera los veinte, con motivo de la Nochevieja se espera que acudan a la localidad un centenar de personas con segunda residencia.