Juicio Igor el Ruso: “No hui y disparé a los agentes porque quería recuperar mi Biblia”

Igor el Ruso no salió huyendo del Mas de Zumino (en Andorra) cuando los agentes Víctor Romero y Víctor Caballero se acercaron con el coche oficial de la Guardia Civil hasta este corral abandonado para inspeccionar un vehículo que estaba allí estacionado con las luces encendidas porque tenía una tarea pendiente, recuperar la Biblia que guardaba en una mochila dentro del masico.

Así lo ha afirmado esta tarde el procesado en respuesta a las preguntas de la fiscal, Carmen Continente. La situación, según ha confesado el exmilitar serbio, le llevó a abatir a tiros a los dos agentes para luego poder cumplir con su misión. Ha llegado a manifestar que si la mochila con la Biblia hubiera estado ya en su poder, los dos guardias “hoy estarían vivos”, pues él hubiese huido inmediatamente con el coche que minutos antes había robado al ganadero José Luis Iranzo en su explotación agropecuaria de Mas del Saso tras dispararle mortalmente.

A la pregunta de Continente sobre si merece la pena matar a dos personas por una Biblia, Feher ha contestado, rotundo, que “sí”. La explicación a esta peculiar actitud la ha dado Igor el Ruso, después, cuando Ramón Castro, abogado de los familiares de Víctor Caballero, le ha preguntado qué tenía de especial esa Biblia: “La salvación. Nuestro cuerpo es solo un contenedor, nuestra alma es lo importante. Y ella es inmortal. Si hubiera podido salvar mi biblia de otra forma, estas dos personas estarían vivas. Yo no voy matando por ahí a la gente porque sí”, ha dicho.

Feher ha negado que disparara a los agentes por la espalda, como sostienen todas las acusaciones. El acusado ha dicho que, al bajar del coche, Víctor Romero y Víctor Caballero se giraron hacia él llevando las pistolas en sus manos e iniciándose un cruce de disparos que acabó con la vida de los dos guardias, que recibieron un total de 17 disparos.

El procesado ha añadido que no se ensañó con los dos agentes sino que dejó de disparar cuando ellos lo hicieron. Ha explicado que si los guardias tenían las piernas cosidas a tiros es porque ellos las tenían levantadas para protegerse del tiroteo. "Si hubiera querido matarles hubiera apuntado a la cabeza", ha asegurado el procesado, para quien los orificios de bala que presentaban ambos agentes en la parte posterior de sus cuerpos "no eran orificios de entrada sino de salida".

En su relato, ha explicado que a finales de septiembre de 2017 llegó a España en bicicleta desde Italia, donde cometió otros crímenes por los que ha sido condenado "in absentia" a cadena perpetua, y que en su paso por el Pirineo catalán tuvo un incidente con unos cazadores furtivos.

Tras los crímenes del ganadero y de los dos guardias en Andorra, Feher ha explicado que condujo en dirección a Valencia en busca de ayuda de unos amigos, aunque un accidente en el vehículo del ganadero le obligó a detenerse en una zona de campo donde fue finalmente detenido.

Un "lobo solitario"

En su declaración, Igor el Ruso se ha presentado como un "lobo solitario" con el fin de rechazar los cargos por pertenencia a organización criminal presentados por una de las acusaciones particulares, que le ha interrogado por sus contactos en Italia, España y Marruecos y por la forma en que había obtenido las 23 identidades falsas que utilizaba.

En respuesta a las preguntas de su defensor, Feher ha explicado que se integró en Serbia a finales de la década de los noventa en grupos paramilitares que intervenían en conflictos armados, cuando apenas tenía 18 años, y que recibió formación militar.

Unas preguntas dirigidas a motivar el estrés postraumático que ha asegurado haber vivido en momentos de la guerra de los Balcanes y que la defensa alega como circunstancia atenuante.

El juicio continuará este martes con la comparecencia de una parte de los guardias civiles que intervinieron en los hechos y se prolongará a lo largo del resto de la semana con más pruebas testificales y periciales.

Juicio contra Igor el Ruso por el triple crimen de Teruel