El hospital de Teruel se queda sin la única otorrino titular y cubrirá su plaza con interinos

La falta de médicos especialistas sigue amenazando a la sanidad en la provincia de Teruel. La única otorrino con plaza fija en el hospital Obispo Polanco, Teresa Lahoz, ha solicitado, y le ha sido concedido, el traslado a Zaragoza, por lo que a partir de mayo este servicio de vital importancia para la salud, al tratar desde patologías menores a lesiones cancerígenas en cabeza y cuello, podría verse seriamente comprometido.

Lahoz, jefa del Servicio, explica que pidió el cambio de destino "cansada de la incertidumbre laboral" que rodea a su Sección, con una plantilla de tres especialistas de los cuales dos, desde hace años, son interinos. Teme que sus compañeros se vayan a otro hospital "en cualquier momento", como han hecho otros 14 otorrinos en los últimos 5 años. "He de tomar yo sola las decisiones sobre la situación de los pacientes, cuando lo normal es comentar entre varios profesionales cuál es la mejor medida a adoptar", señala.

La médico, cuya baja por depresión hace dos años al quedarse sola en la plantilla motivó el cierre del Servicio durante varios días y una sonada manifestación de 10.000 turolenses reivindicando más facultativos, recuerda que en aquella ocasión tres pacientes con cáncer permanecieron tres meses en lista de espera "sin ningún acceso al diagnóstico ni al tratamiento de su enfermedad", uno de ellos de 30 años de edad.

Lahoz remarca que se traslada a Zaragoza "obligada por la penosa situación laboral" en la que dice tenerla el Gobierno aragonés. "Allí estaré con 5 compañeros que llevan toda la vida en la profesión y la responsabilidad será compartida", explica. Critica que la DGA no tenga herramientas legales para traer médicos a Teruel "ni propuestas para hacer atractivas las plazas". Según señala, de las 15 ofertadas para traslados en Aragón solo se van a cubrir las 7 de Zaragoza. "La capital aragonesa volverá a llenarse y Teruel, como siempre, se vaciará", denuncia. Propone que, para solucionar su marcha, "los 40 otorrinos del Salud de Zaragoza se desplacen a Teruel dos o tres semanas al año cada uno", una medida, explica, que sí contempla la ley.

La gerente del sector sanitario de Teruel, Perla Borao, explica que hay soluciones para llenar el hueco de Lahoz sin que el Servicio de Otorrinolaringología (ORL) se vea mermado. Señala que se buscarán especialistas que, en situación de interinidad o eventualidad, quieran trabajar en Teruel o bien se recurrirá a médicos residentes, ya formados en la especialidad aunque a la espera de obtener plaza fija tras una oposición. Si estas opciones fallan, la actual jefa de ORL podría ser obligada a permanecer en su plaza. "Tenemos recursos para garantizar la asistencia en los hospitales periféricos", dice Borao, quien alerta, no obstante, de que "si la sociedad no cambia y todo el mundo sigue queriendo trabajar en Zaragoza, tendremos que acostumbrarnos a estos problemas".

De tres médicos en Rehabilitación, a uno solo

El déficit de especialistas en el hospital Obispo Polanco de Teruel afecta a varias especialidades. De los tres médicos de Rehabilitación con que contaba el centro hace apenas unos meses, solo queda uno, al haber elegido otro destino los dos restantes.

Perla Borao explica que se ha lanzado una convocatoria especial para cubrir con interinos las dos plazas vacías de esta especialidad. Mientras, añade, se "priorizan" los casos más complejos o graves para que no haya retrasos. "Hay procesos en los que no es necesario que el enfermo sea visto por el médico rehabilitador y puede ser derivado directamente al fisioterapeuta", aclara Borao. También se contempla enviar al paciente al hospital sociosanitario San José, dotado con una moderna unidad de Rehabilitación, o a clínicas privadas con las que previamente habría que alcanzar un acuerdo. "Haremos todo lo que podamos y nadie se va a quedar sin asistencia", subraya.

Otras especialidades con falta de médicos son Cuidados Intensivos y Oftalmología. Ambas reciben semanalmente apoyo de facultativos de Zaragoza al no encontrar sustitutos para cubrir las bajas o profesionales dispuestos a ocupar las plazas vacantes. En Urología solo hay cubiertos 3 de los 4 puestos.