medio ambiente

Campaña para impedir el derribo de la presa de los Toranes en Albentosa

La concesión hidráulica que propició el embalse ha caducado y mientras colectivos ecologistas piden el derribo entidades vecinales la defienden.

La concesión para el aprovechamiento hidroeléctrico que propicio la presa de los Toranes ha caducado.
La concesión para el aprovechamiento hidroeléctrico que propicio la presa de los Toranes ha caducado.
Antonio Garcia/Bykofoto

La posible demolición de la presa de los Toranes en el río Mijares a su paso por Albentosa ha provocado división en la cuenca. Colectivos vecinales defienden la conservación de este pantano para mantener el ecosistema que ha generado y, sobre todo, para que permita mantener los caudales de la acequia del Diablo, que se abastece del embalse. Enfrente, los colectivos ecologistas y la propia Confederación Hidrográfica del Júcar propugnan la demolición al haber caducado la concesión para el aprovechamiento hidroeléctrico que propició la construcción de la presa. Los dos sectores han puesto en marcha recogidas de firmas y lanzan comunicados para defender sus argumentos. 

La plataforma Acequias Vivas, que propugna conservar el pantano ha entregado 1.800 firmas ante el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco), mientras que los partidarios del derribo han recogido 300 apoyos. La acequia del Diablo, que se quedaría sin caudales con el derribo porque su captación original quedó inutilizada por un derrumbamiento y es irrecuperable, abastece 48 hectáreas entre Olba , Albentosa, Sarrión y San Agustín. Ayuntamientos afectados y la comarca de Gúdar-Javalambre también se han posicionado a favor de la pervivencia del embalse.

Acequias Vivas señala en un comunicado que "la posible demolición de la presa de los Toranes ha unido y movilizado a los ciudadanos de los municipios afectados (Albentosa, Sarrión, Olba, San Agustín), que también quieren defenderse como parte interesada en la decisión de la demolición de la presa, actualmente en manos del Miteco. La ciudadanía afectada lamenta que en la decisión de la demolición de la presa no se aplique el 'principio de prevención' y no se tenga en cuenta el enorme impacto al regadío de las zonas afectadas y en la recogida de agua para ayudar en la extinción de incendios forestales de un paraje de valor incalculable que pertenece a la Red Natura 2000 y es un Lugar de Interés Comunitario declarado como alto riesgo”.

Los defensores de la continuidad del pantano señalan que la decisión sobre el futuro de la presa está en manos de la Confederación Hidrográfica del Júcar y del Miteco y desde Acequias Vivas "denuncian que no pueden simplificar o polarizar esta decisión en un debate ecologistas contra no ecologistas, ya que entre los residentes de distintos municipios contamos con muchos amantes de la naturaleza, agricultores, emprendedores, asociaciones ecologistas, comunidades de regantes, personas que han venido a vivir a la España vaciada y que también aman el río Mijares”.

Por su parte los detractores de la presa argumentan que sin ella el río recuperará su circulación natural y mejorará sus caudales y defienden que existen alternativas viables para mantener el suministro de la acequia del Diablo. Ecologistas en Acción señala en una nota de prensa que "la necesaria recuperación del valioso y bello tramo turolense del río Mijares exige la eliminación de la vieja presa de Los Toranes construida en 1954 por ser obsoleta, inviable energéticamente y económicamente, y muy dañina ambientalmente". Los ecologistas señalan que la demolición de presas similares a la de los Toranes en ríos de todo el país "está respaldada por los expertos científicos en cauces fluviales y por los informes técnicos del Ministerio de Transición Ecológica y de la Confederación Hidrográfica del Júcar"

Ecologistas en Acción "apoya la pronta eliminación de la presa mediante un proyecto ordenado y sin riesgos para el medio ambiente, tal y como establece la ley". "También estamos a favor -continúan- de las medidas y ayudas que sean necesarias para hacer efectivos los derechos de toma de agua de los regantes de huertos familiares en el valle de Olba y para recuperar y mantener la acequia histórica Del Diablo". Concluyen que "la mejora ambiental del río Mijares será una consecuencia indiscutible del derribo de la presa" y remachan que la demolición "aportará beneficios múltiples en a todos los núcleos de población humana aguas abajo por incrementar los valores sociales, económicos, culturales y ambientales".

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