El balneario de Segura de Baños, una obra emblemática del Plan Miner que costó nueve millones de euros y que es el único establecimiento hotelero de la provincia con cinco estrellas, ha iniciado el procedimiento para el despido colectivo de 20 de sus 23 trabajadores. La empresa argumenta que debido a defectos originales de las instalaciones ha tenido medio millón de euros de costes extra que complican su viabilidad y plantea a sus trabajadores como única opción pasar a ser fijos discontinuos, una alternativa que la plantilla rechaza.

Una integrante del comité de empresa señala que, ante la negativa a aceptar el paso a fijos discontinuos, la dirección ha puesto en marcha el despido, una actitud que califica de "chantaje". La misma fuente indica que la empresa adeuda los salarios de medio diciembre y de enero.

Desde el comité critican que no se apliquen en los salarios las mejoras del convenio colectivo firmado en 2018 y cuestionan la viabilidad del proyecto con el actual gestor, que tienen una concesión de explotación por parte del Ayuntamiento -propietario de las instalaciones- de 45 años. 

El consejero delegado de la empresa que explota el balneario, Javier Vázquez-Illa, manifiesta la voluntad de continuar con la explotación porque "hay demanda". Vázquez-Illa señala que, entre los factores que han puesto en apuros a la empresa, destaca la anulación de una subvención de 200.000 euros por el Instituto Aragónes de Fomento. 

El directivo afirma que durante los tres años de explotación de la estación termal han conseguido "crear un destino turístico donde no lo había". Añade que la demanda responde a la oferta del balneario y se muestra convencido de que el proyecto "tiene viabilidad", pero considera imprescindible el paso de la plantilla a fijos discontinuos. La empresa gestora tiene reservas que completan la oferta durante los fines de semana de febrero y también en el puente festivo de la Comunidad Valenciana de San José.

El alcalde, José Antonio Martín, ha reconocido su "preocupación" por la marcha del balneario. Ha recordado que el alquiler, de 10.000 euros anuales, es "simbólico" y pretende colaborar a la generación de empleo en la zona, una de las más despobladas de la provincia.