Teruel

La nieve deja un Matarraña salpicado de tejados derrumbados y árboles partidos

Treinta granjeros han perdido sus explotaciones por el hundimiento de cubiertas bajo la nieve, que también ha causado daños en empresas y equipamientos públicos.

Visita de la ministra de ordenación del territorio a Alcañiz y Monroyo.
Visita de la ministra de ordenación del territorio a Alcañiz y Monroyo.
Antonio García/Bykofoto

El periplo de la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, por el Bajo Aragón y el Matarraña atravesó este miércoles un rosario de dramas personales derivados del temporal de nieve de la semana pasada. La comitiva oficial comenzó en Alcañiz, donde Darias y los políticos que la acompañaban conversaron con los vecinos de la Subida del Corcho desalojados como consecuencia del amenazador deslizamiento de una ladera de la travesía de la N-232.

Uno de los afectados, José María Miranda, recordaba que el pasado día 21, en plena borrasca, "el agua entraba a chorro en casa por las grietas de techo". Relató que se pasó el día "sacando agua" hasta que, al anochecer, llegó la orden de desalojo. Durmió dos noches fuera de su vivienda, pero aseguró que no tiene "miedo" por el futuro de su hogar, en el que vive desde que nació. Tiene la casa asegurada, pero el seguro pone "problemas" para compensarle los daños porque son derivados del contiguo cerro de Pui Pinos, un quebradero de cabeza para los vecinos y para el Ayuntamiento.

Monroyo, la siguiente estación del recorrido oficial, fue un ejemplo de los graves destrozos que se repiten por todo el Matarraña. El alcalde, José Ramón Guarc, trasladó a la ministra y al presidente de la DGA, Javier Lambán, su preocupación por inestabilidad del peñasco que se levanta por encima del pueblo y que, "cada vez que nieva", provoca desprendimientos. Advirtió de que un derrumbamiento masivo pondría en peligro una buena parte del casco urbano amenazando la vida de los vecinos. Guarc pidió ayuda para recalzar el montículo y estabilizarlo.

Sin salir del municipio, Nacho Andreu explicó que cuando, tras la nevada, pudo llegar a su granja se encontró las cubiertas de dos naves hundidas sobre los cerdos que albergaban. Sufrió 55 bajas y los cadáveres siguen allí, mezclados con los escombros. Aclaró que la administración no le permite retirar los animales muertos porque la cubierta contiene amianto y deberá contar con una empresa especializada para retirarlo tras conseguir la autorización correspondiente. Pidió a los representantes políticos celeridad para poder eliminar los cerdos muertos y reanudar la actividad. Valoró las pérdidas, entre instalaciones y ganado, en 134.000 euros. "Con sacrificio, sacaremos la granja adelante", remachó.

El polideportivo municipal está destrozado, las granjas de cerdos devastadas y unas naves de conejos hundidas. Son las consecuencias del paso de la nieve por Valderrobles, en Teruel. Más de metro y medio de nieve ha sepultado la economía de toda la comarca de Matarraña.
El polideportivo municipal está destrozado, las granjas de cerdos devastadas y unas naves de conejos hundidas. Son las consecuencias del paso de la nieve por Valderrobles, en Teruel. Más de metro y medio de nieve ha sepultado la economía de toda la comarca de Matarraña.

En la vecina Peñarroya de Tastavins, la sede local de Dinópolis se llenó de goteras con el hundimiento parcial del techo. La gerente del parque paleontológico, Higinia Navarro, se mostró convencida de que el 14 de marzo, la fecha prevista para iniciar la temporada, el centro abrirá sus puertas con "normalidad". El alcalde, Ricardo Blanch, dijo que los daños en el pueblo "son importantes". Un vecino recalcó que lo más doloroso del temporal fueron los tres días sin suministro eléctrico y, por lo tanto, sin calefacción ni comida caliente, ni teléfono.

Fuentespalda sufrió también el azote de Gloria con su secuela de naves derrumbadas, una de ellas la de la empresa de transportes Transdilla. El propietario, Miguel Dilla, no podía contener las lágrimas ante el panorama de su garaje reducido a cuatro paredes sin tejado –convertido en una masa informe de chapas y vigas retorcidas–. Cifró los daños en 200.000 euros. Pidió "alguna ayuda para tirar adelante".

Enrique Herrero, de Valderrobres y también transportista, mostraba su cochera, con la cubierta metálica desplomada y las cuatro paredes laterales agrietadas y deformadas al ser arrastradas por el colapso del techo. Se felicitó de que el desplome no le pilló ningún camión porque poco tiempo antes los había sacado del garaje. Calculó las pérdidas en 320.000 euros. "No sé si podré con esto", concluyó.

El alcalde de Valderrobres, Carlos Boné, afirmó que la ministra y el presidente aragonés quedaron "sorprendidos por las dimensiones del problema generado por el temporal y de las que no eran conscientes". Boné pidió "la máxima agilidad" para la concesión de las ayudas que repongan los equipamientos y devuelvan la normalidad a la comarca.

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