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La línea férrea Zaragoza-Teruel-Valencia recupera el tráfico de mercancías tras el cierre del verano y suma un nuevo tren

Un convoy que transporta alimentos en vagones frigoríficos eleva a 40 la media de surcos semanales en la vía de Teruel

El nuevo tren, con vagones frigoríficos, circulando por las proximidades de la capital turolense.
Ignacio Peña

La línea ferroviaria entre Zaragoza, Teruel y Valencia ha recuperado todo el tráfico de mercancías que tenía antes de que este verano fuera cerrada por obras de mejora durante casi tres meses. Incluso se ha sumado a esta ruta un nuevo tren. Del 9 de julio al 5 de octubre, la vía estuvo cortada y las empresas que operaban en ella tuvieron que buscar trazados alternativos, pero todas han vuelto a este itinerario que supone el camino más corto entre la Cornisa Cantábrica y el puerto de Valencia.

El nuevo convoy, que se incorpora a la línea con hasta 8 viajes semanales –cuatro en cada sentido– eleva a 40 la media de trenes de mercancías que registra la ruta Zaragoza-Teruel-Valencia por semana, una cifra muy superior a los tres convoyes con que se quedó el recorrido en 2012 debido al mal estado que presentaba la infraestructura.

El tren recién llegado transporta alimentos frescos en contenedores frigoríficos. Está operado por la compañía Captrain, del grupo Mediterranean Shipping Company, la segunda empresa naviera del mundo en capacidad de carga de buques. El convoy carga productos en Aragón con destino a diversos países y asimismo introduce mercancía de importación en la Comunidad Autónoma. Fuentes del puerto de Valencia señalan que, en estas fechas y debido a la crisis del porcino en China, buena parte del contenido son jamones.

Para Adif, responsable de las obras acometidas este verano en la vía, el aumento del tráfico de trenes de mercancías a su paso por la capital turolense responde a las mejoras realizadas en la infraestructura. Las actuaciones consistieron, esencialmente, en el arreglo de un tortuoso tramo en Navarrete del Río por el que los convoyes tenían que circular a no más de 30 kilómetros por hora y en la renovación de traviesas y balasto en distintos puntos del trayecto. En marcha está también la construcción de siete apartaderos para trenes de hasta 750 metros de longitud. Los que se encuentran en fase más adelantada son los de Estivella (Valencia), Teruel, Ferreruela y Cariñena (Zaragoza), mientras que a menor velocidad avanzan los de Navajas y Barracas –en la provincia de Castellón– y el de La Puebla de Valverde.

Desde Adif añaden, no obstante, que la línea turolense atrae por sí sola nuevas circulaciones al ser el trayecto más corto entre el Cantábrico y el Mediterráneo. Casi tres meses después de terminadas las obras, aún no es posible saber con exactitud el recorte de tiempo de viaje que supondrán las mejoras desarrolladas, si bien Adif calcula que podrían ser alrededor de diez minutos. El ahorro podrá concretarse, explican desde la entidad, entre enero y junio de 2020, cuando, una vez asentados los nuevos taludes, se levanten algunas limitaciones de velocidad.

El mayor aumento de tráfico de mercancías en la vía de Teruel se registró de finales de 2017 a principios de 2019, cuando Fomento eliminó 8 limitaciones de velocidad e hizo operativa la línea las 24 horas del día instalando el sistema de comunicación tren-tierra. También influyó la reparación, en 2018, de 11 puentes ferroviarios con la consiguiente eliminación de la limitación de carga que afectaba a los convoyes.

"Más frecuencias y menos tamagotchi"

La Plataforma en Defensa del Ferrocarril de Teruel pide más frecuencias en los trenes de viajeros y la sustitución de los vetustos tamagotchi para que aumente el número de usuarios en la línea Zaragoza-Teruel-Valencia. Tres meses después de las obras, el tráfico de pasajeros –que cayó en dos tercios por el corte de la vía y los trasbordos por carretera– se ha recuperado, según Renfe, en un 85% y se espera que el 15% restante regrese paulatinamente. Pero desde la asociación en favor del tren creen que la vía seguirá infrautilizada si no entran en servicio al menos 2 frecuencias más al día por sentido –ahora hay 4-.

La asociación denuncia que los tamagotchi, que circulan entre Zaragoza y Teruel, han sufrido ya tres averías desde la reapertura de la línea el pasado 5 de octubre. La última, el pasado 16 de diciembre, obligó a 7 pasajeros a permanecer parados dentro de los vagones durante 80 minutos, de noche y sin calefacción, en la estación de Villarreal de Huerva. Los viajeros se indignaron por el retraso y porque el tren no tenía ni una máquina expendedora de agua y bocadillos. Y el apeadero estaba cerrado.