A tan solo veinte minutos de Teruel, esta localidad que supera por poco los mil habitantes ha doblado su población joven para las fiestas. Este jueves ha sido el pistoletazo de salida a los días más esperados del año con el pregón, la sonora traca y la tradicional Quema de la Carrasca. El acto, que pasa de generación en generación, consiste en quemar ramas secas de este árbol para comenzar las fiestas todos juntos y con suerte.

La juventud de Santa Eulalia del Campo es muy dispuesta y quiere ir más allá en el chupinazo de su pueblo, por eso desde hace unos años, los peñistas forman una pirámide para subir hasta el Santo y poder colocarle el pañuelo festivo de la localidad.

La jornada de este sábado comienza temprano con el pasacalles a ritmo de charanga y el encierro de reses bravas con posterior suelta de vaquillas. 

Los más pequeños también podrán disfrutar de actos taurinos con un encierro a medida. Una oportunidad para hacer gala de todas sus dotes como recortadores delante de unos astados de madera y de todos sus amigos y familiares.

Para finalizar el día, después de la tarde de rejones, el grupo Impakto actuará en la plaza, pero no todo termina ahí, ya que las fiestas patronales en honor de la Virgen del Molino se alargarán hasta el próximo lunes 26, con actos para todos los públicos.