teruel

Piden 10 años de prisión para un hombre acusado de acuchillar a su compañero de piso

El procesado niega ser el autor de las 8 heridas de arma blanca que presentaba la víctima en el tórax.

El acusado, en prisión provisional desde el día de los hechos, entrando al juzgado este miércoles.
El acusado, en prisión provisional desde el día de los hechos, entrando al juzgado este miércoles.
Jorge Escudero

La Fiscalía de Teruel solicitó este miércoles diez años de prisión para un hombre natural de Guinea Bissau, Pedro M. G., de 37 años, al que considera autor de las ocho cuchilladas que sufrió en septiembre del año pasado su compañero de piso, Justin Gomis, de 46 años y nacido en Senegal. Ambos compartían con una tercera persona la casa de acogida del Colegio San Nicolás de Bari de la capital turolense, gestionada por religiosos.

El Ministerio Público, que imputa a Pedro M. G. un delito de asesinato en grado de tentativa, pide también que el procesado indemnice a la víctima con algo más de 58.000 euros por las lesiones sufridas, las secuelas que le quedaron, el perjuicio estético y el daño moral. En el juicio, celebrado ayer por la mañana en la Audiencia Provincial de Teruel y que quedó visto para sentencia, los forenses explicaron que dos de las puñaladas le afectaron al pulmón mientras que otra le rasgó la zona de la boca. La vida de Justin Gomis corrió un serio peligro hasta el punto –explicaron los forenses– de que podría haber fallecido de no haber sido atendido con urgencia por los servicios médicos.

Sin embargo, Pedro M. G. negó este miércoles ser el autor de la agresión. El acusado explicó al tribunal que, tras una discusión por la ubicación del microondas, Justin se ausentó de la casa de acogida durante unas dos horas y volvió herido y ensangrentado, hasta el punto de que él mismo se manchó sus ropas con la sangre del compañero de piso y luego optó por cambiarse de atuendo.

La versión del acusado no coincide con la de los agentes de la Policía Nacional que este miércoles testificaron en el juicio. Según estos, el día de los hechos acudieron a la casa de acogida tras recibir una llamada del tercer inquilino que les dijo que sus compañeros de piso se habían peleado. Al llegar a la casa, los agentes encontraron a Justin inconsciente y tumbado en el suelo en medio de un charco de sangre. En la fregadera había dos cuchillos recién lavados cuya hoja coincidía en dimensiones con los agujeros que presentaba la camiseta de Justin en la parte de la espalda. La Policía encontró una sudadera manchada de sangre en la papelera de la casa de acogida.

La abogada que defiende al procesado, Elena Budría, pidió para su representado la libre absolución por entender que es inocente. Argumentó en su defensa que la víctima no vio en ningún momento a su agresor, pues este le habría sorprendido por la espalda en el umbral de una puerta, por lo que no puede afirmar que el autor de las cuchilladas fuese Pedro M. G.

Pruebas de ADN

La letrada destacó, además, que el análisis de los restos de ADN hallados en uno de los cuchillos depositados en la pila de fregar –en el otro no había rastros– no apuntan a su defendido. Las muestras detectadas en la hoja del arma eran de la víctima y las del mango pertenecían a un tercer perfil que no corresponde al acusado ni al herido.

Justin Gomis declaró en el juicio que convivía con Pedro M. G. desde hacía un año y que había presentado quejas contra este por haberle proferido amenazas. "No era buena la convivencia", afirmó. Sostuvo todo el tiempo su convencimiento de que Pedro M. G. fue su agresor, si bien admitió que no llegó a verlo porque solo sintió la primera cuchillada por la espalda, tras la cual se despertó en el hospital.

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