El misterio rodea el accidente sufrido por una avioneta que apareció calcinada el pasado jueves en un antiguo aeródromo localizado en la pedanía turolense de Valdecebro sin que se haya encontrado resto alguno de la tripulación. Agentes de la Policía Nacional realizaron este viernes una inspección ocular del aparato y batieron las inmediaciones en busca de restos biológicos, huellas o cualquier otra pista sobre el piloto y su posible acompañante –la aeronave era de dos plazas–, pero no hallaron nada.

El subdelegado del Gobierno en Teruel, José Ramón Morro, confirmó que el incendio de la avioneta no fue fruto de una explosión, pues no se han encontrado piezas de la aeronave desperdigadas por el entorno. La Policía trata de averiguar, no obstante, si el fuego fue intencionado o fruto del accidente, ya que todo indica que la aeronave, al tomar tierra, chocó contra la sirga de acero que separa la pista de aterrizaje de un camino contiguo.

"Todo es una verdadera incógnita", admitió Morro, quien explicó que ningún hospital ni centro de salud de las provincias de Teruel, Zaragoza, Valencia y Castellón han registrado el ingreso o la prestación de asistencia a personas que pudieran haber sufrido un siniestro aéreo.

La lluvia caída durante el jueves y el viernes podría haber jugado en contra de la investigación, en la que participan en torno a una decena de agentes, al alterar quizá posibles pistas. A las labores de indagación se ha sumado la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa), que ayer tarde decidió retirar la avioneta, convertida en un amasijo de hierros, del aeródromo de Valdecebro y llevarla a las instalaciones del aeropuerto de Teruel-Caudé, donde el lunes será analizada en profundidad en busca de restos del pasaje. También Aena, la empresa pública que gestiona los aeropuertos en España, colabora en la investigación. Ni esta entidad ni Aesa poseen información acerca de que existiera un plan de vuelo autorizado para una avioneta con la matrícula que presenta la aeronave accidentada.

Matrícula checa

La avioneta, modelo Dynamic –fabricado por la empresa eslovaca Aerospool– y de color blanco, tenía matrícula checa. La aeronave no ha despegado ni aterrizado nunca en el aeropuerto de Teruel, pues no se tiene registro de ello desde la torre de control, según informó ayer el director de las instalaciones, Alejandro Ibrahim.

El aparato fue descubierto la mañana del pasado jueves por un cazador que se dirigía a un coto cercano y que alertó a las fuerzas de seguridad. El hombre relató que en la mañana del miércoles había pasado por el mismo lugar y no había visto nada extraño, lo que hace suponer que el siniestro se produciría entre la tarde del miércoles y la madrugada del jueves.