Teruel

Multa de 100 euros por deteriorar o tapar la placa con el número de la finca

La nueva ordenanza que regula la nomenclatura de las calles prevé sanciones por dañar los rótulos y contempla la ley de Memoria Histórica.

Rótulo indicador de una calle en Teruel.
Heraldo.es

Los propietarios de viviendas que no mantengan en buen estado de conservación y visibilidad las placas con los números asignados a sus fincas o que alteren u oculten la rotulación de las calles serán sancionados con multas de entre 60 y 100 euros. Es una de las principales novedades de la Ordenanza Reguladora de la Denominación y Rotulación de Vías Públicas que acaba de aprobar el Ayuntamiento de Teruel para sustituir a la anterior, de 2010 y que había quedado desfasada.

La nueva normativa incorpora un régimen sancionador que advierte de que los propietarios «no podrán oponerse» a la colocación de las placas que identifican calles y plazas. Si al hacer obras en una finca se alteran rótulos y placas numéricas, el dueño de la casa deberá reponerlas «a su costa».

La ordenanza incorpora también la adaptación a la ley de Memoria Histórica y abre las puertas a la modificación de nombres preexistentes en aplicación de esta norma. Señala, no obstante, que rebautizar las vías públicas será una medida excepcional para no perjudicar a los vecinos, pero se procederá a renombrar calles y plazas cuando el cambio esté «debidamente justificado».

Concreta que «se respetará lo dispuesto» en la ley de Memoria Histórica por la que «se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura». Más adelante, señala que al rebautizar calles por ostentar nombres que «atenten contra la Constitución y otras normas» la competencia recaerá en el pleno, frente al trámite habitual, que se resolverá en la Junta de Gobierno.

La imposición de nombres de personas se reserva a «fallecidos», aunque «excepcionalmente» podrán ser mujeres u hombres vivos. El criterio de elección debe basarse en la «historicidad» debidamente «justificada y motivada». Tendrán prioridad los hijos ilustres o personalidades significadas de Teruel, seguidos de los aragoneses, españoles, hispanos y del resto del mundo.

Los nombres elegidos no podrán ser malsonantes, erróneos, provocar «hilaridad» o ser discriminatorios. Define con precisión los rótulos, que serán de cerámica típica de Teruel y rectangulares de 55 por 33 centímetros.

A la hora de asignar los números a las fincas, el orden arrancará del extremo de la calle más próximo a la plaza del Torico, que se consolida como centro simbólico de la ciudad. Eventualmente, se podrá tomar como referencia de inicio de la numeración el entronque con una vía principal.