El temporal de nieve que azota Aragón desde hace tres días mantuvo este martes atrapados durante horas en áreas de servicio y polígonos industriales a cerca de 500 transportistas que cruzaban Aragón por la autovía Mudéjar o A-23 y que no pudieron continuar su ruta al empeorar las condiciones de circulación de este eje de largo recorrido que va del norte de Aragón a Valencia.

La situación empezó a ser complicada a las dos de la madrugada, momento en que la Guardia Civil de Tráfico de Teruel obligó a los camiones a detenerse para evitar accidentes y atascos. Ciento cincuenta quedaron retenidos en explanadas de Sarrión, Teruel capital, Cella, Monreal del Campo y Ferreruela. En la provincia de Zaragoza, la cifra ascendió a 340. La mayor parte, 190, permaneció en Cariñena desde las cinco de la mañana; otros 90 estuvieron atrapados en Muel, 40 en Paniza y 20 en Longares. En Castellón, a las puertas de Teruel, se quedaron aparcados desde las ocho de la mañana otros 400 vehículos pesados entre Navajas, Altura y Barracas.

El viento helado se convirtió este martes en el mejor cómplice de la nevada, hasta el punto de que las 12 quitanieves desplegadas de madrugada por la A-23 no daban abasto para limpiar esta carretera. Desde el Ministerio de Fomento explicaron que el aire venteaba la nieve desde los campos hasta la calzada arruinando el trabajo de las máquinas "a los cinco minutos". La situación hizo que la autovía Mudéjar no pudiera abrirse para camiones y vehículos articulados –los turismos sí circularon aunque con cadenas– hasta poco antes de las dos de la tarde, pese a que las precipitaciones no fueron tan copiosas como las del lunes.

A última hora de este martes, seguían intransitables 10 carreteras turolenses y en una veintena –una de ellas estatal, la N-420 en Mezquita de Jarque– se necesitaban cadenas para circular. Además, la A-23 volvió a registrar complicaciones y otra vez quedó cerrada para camiones y vehículos articulados.

El colapso circulatorio dejó a miles de escolares y estudiantes de Secundaria sin clase. A los 2.114 niños que se quedaron en casa al suspenderse rutas de transporte, hay que sumar cientos de alumnos que acuden a escuelas que no abrieron su puertas porque los maestros no pudieron llegar a sus puestos de trabajo. De los cinco colegios integrados en el CRA de Cedrillas, dos –Allepuz y El Pobo– permanecieron cerrados. Tampoco abrieron, entre otros centros, los de Pitarque, Villarluengo, Tramacastilla y Albarracín. En esta última localidad, la falta de profesorado impidió abrir el colegio, con 90 alumnos, y el instituto, con 50. Ante las dudas suscitadas, el sindicato de Enseñanza de CC. OO. exigió a la DGA "instrucciones claras" de cómo actuar en caso de nevadas teniendo en cuenta la seguridad de los maestros.

La situación resultó este martes muy complicada para los peatones en la ciudad de Teruel, muchas de cuyas calles permanecieron intransitables durante todo el día debido a la aparición de placas de hielo como consecuencia de las bajas temperaturas. El Ayuntamiento se vio obligado a cerrar el acceso a los viandantes en algunas vías, como el emblemático viaducto de Fernando Hué. El servicio de autobuses urbano estuvo suspendido durante la mañana.

Por su parte, en las comarcas del Bajo Aragón, el Matarraña y el Maestrazgo se registraron cortes de luz intermitentes en localidades como Ráfales, Fuentespalda y Peñarroya de Tastavins.