Primeros pasos para que la vía verde de Val de Zafán pueda llegar hasta el Mediterráneo

Responsables comarcales y empresarios se unen para impulsar este recurso y agilizar su ampliación. La ruta, muy demandada por los ciclistas, recibe actualmente más de 35.000 visitantes anuales.

Alcaldes, empresarios y responsables de las comarcas turolenses y catalanas por las que discurre la vía verde de la antigua línea ferroviaria de Val de Zafán han iniciado los primeros pasos para alargar el recorrido de esta ruta hasta el Mediterráneo. El nuevo trazado entre Tortosa y la localidad costera seguiría así el recorrido originalmente proyectado y que pretendía ser el alma mater del malogrado tren de enlace entre La Puebla de Híjar –y por ende Zaragoza– con la costa. De este modo la ruta aumentaría en 30 kilómetros su recorrido, situándose en un total de 160 y ofrecería un atractivo más a los cicloturistas que podrían llegar directamente al litoral desde cualquier punto de la vía o bien iniciar su recorrido en el mar para luego acceder a las comarcas aragonesas y catalanas del interior.

A diferencia del resto del trazado, en el tramo Tortosa-Deltebre nunca se llegaron a instalar los raíles, por lo que su acondicionamiento y nueva construcción sería diferente a la del resto de la vía verde. Pese a que existen documentos en los que se hace referencia a su diseño –que contemplaba llegar hasta el puerto de San Carlos de la Rápita–, muchos de los terrenos están ahora ocupados y deberán ser objeto de estudio. Debido a multitud de contratiempos y decisiones poco acertadas que se tomaron en su día la línea ferroviaria nunca pasó de Tortosa, por lo que prácticamente desde su apertura se condenó a la línea a una baja rentabilidad de por vida.

Otra de las novedades que se plantea es la uniformidad de la nomenclatura de la vía verde a lo largo de todo su recorrido. La intención pasaría por denominar bajo una única marca, ‘Val de Zafán’, a los 130 kilómetros que discurren entre La Puebla de Híjar y Tortosa, prescindiendo así de la actual denominación por tramos en función de la comarca o comunidad autónoma por las que discurre.

La decisión fue acordada en el encuentro que tuvo lugar en la antigua estación de Cretas –actualmente un albergue comarcal- el pasado mes y que logró reunir a los presidentes de las comarcas del Bajo Martín, Bajo Aragón y Matarraña, además de los responsables de las comarcas catalanas de la Terra Alta, El Baix Ebre y del Patronat de Turisme de les Terres del l’Ebre. En Cretas todos los responsables políticos, así como empresarios y alcaldes de la zona coincidieron en apostar por esta única denominación.

Nuevo reclamo turístico

Destacaron que en el tramo del Matarraña se observa un importante crecimiento en los últimos años y se estima que durante 2016 más de 35.000 personas recorrieron la ruta y más de 40.000 excursionistas registraron los contadores que hay en el ramal de la Terra Alta. La puesta en marcha y la remodelación de la mayoría de los tramos de la antigua línea ferroviaria que conectaba Tortosa con Valderrobres, Alcañiz y La Puebla de Híjar se ha convertido en los últimos años en un nuevo atractivo para los visitantes y son muchos los vecinos de localidades cercanas los que hacen un uso lúdico y deportivo de esta antigua línea de tren.

Durante el pasado año se observó, además, un mayor número de consultas en las oficinas de turismo y un aumento de pernoctaciones relacionadas con este recurso. Recientemente, la Comarca del Matarraña destinó 57.000 euros en labores de mantenimiento y mejoras.

Por su parte, el Bajo Martín es otra de las comarcas que ven en la vía verde una oportunidad de futuro. Hace poco se acondicionaron los tramos de La Puebla de Híjar y Samper de Calanda que discurren por antiguas construcciones arquitectónicas de gran valor. "Estamos alejados de los grandes centros urbanos pero tenemos que jugar la baza de estar a 70 kilómetros de Zaragoza y ofrecer al ciclista la posibilidad de llegar al mar desde aquí", afirmó Antonio del Río, presidente de la Comarca del Bajo Martín.

Tan solo quedará por transformar el tramo alcañizano que actualmente es un camino agrícola asfaltado. La intención es convertir el trayecto en un camino natural, dando prioridad a cicilistas pero permitiendo el paso de vehículos al dar acceso a numerosos lugares de Alcañiz. "Valdealgorfa ya está adecuado, pero nos queda Puigmoreno y Alcañiz. Sabemos que el Ayuntamiento tiene ya el proyecto acabado así que nosotros apoyaremos su consecución", explicó Manuel Ponz, presidente del Bajo Aragón.

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