Decenas de personas asistieron ayer en Torre del Compte a las celebraciones en honor de San Ramón Nonato, patrón de la localidad. Ataviados con el traje regional, vecinos y visitantes discurrieron en solemne procesión por las recónditas calles de la localidad matarrañense para asistir después a una gran comida de hermandad en la que se sirvieron más de un centenar de raciones de paella. Ya por la tarde, los protagonistas fueron los más pequeños con distintos juegos, cucañas y actividades. El baile nocturno puso punto final a la fiesta.

Sin embargo, vecinos y visitantes ya disfrutaron de la primera parte de sus fiestas patronales hace dos semanas. La localidad, de tan solo 130 habitantes, decidió, hace varios años, adelantar sus festejos para aprovechar la gran afluencia de personas que se registra durante esos días, manteniendo, eso sí, el día 31 de agosto como la jornada más solemne. "Tenemos que aprovechar que durante estos días la población se multiplica por cuatro y conseguir así que haya afluencia en todos los actos", explicaba Lola Lleonart, alcaldesa de Torre del Compte. San Ramón es recordado también por vecinos y visitantes de la localidad como el día en el que, hace ahora dos años, una descomunal pedregada arrasó todos los tejados del casco urbano y produjo cuantiosos daños materiales en viviendas, coches y fincas. "Ya nos hemos recuperado de aquella catástrofe, pero aún quedan secuelas de aquel día", añadió Lleonart.