El Consejo Aragonés de Cámaras en su reunión del pasado viernes acordó sumarse a la demanda del corredor Cantábrico-Mediterráneo por Teruel. ¿Es la primera vez que hay un apoyo tan decidido de las cámaras aragonesas a este eje ferroviario?

No. Siempre hemos tenido claro este compromiso y desde el Consejo Aragonés de Cámaras se ha defendido sin fisuras el arreglo de la línea Sagunto-Teruel-Zaragoza como una prioridad absoluta, otra cosa es que el pronunciamiento hasta ahora no haya sido tan explícito porque quizá no se exigía tanta contundencia.

¿Los empresarios consideran ahora necesario un apoyo unánime?

Siempre. El sector empresarial está convencido de que este corredor ferroviario es imprescindible para la competitividad de las empresas aragonesas, y en Teruel, al margen del tema empresarial, está el tema ciudadano. Somos conscientes de que en el siglo XXI no puede haber una comunicación entre dos capitales de provincia tan deficitaria y prácticamente inexistente, porque en las condiciones en la que está actualmente no se puede utilizar.

¿Es la última oportunidad para rescatar este corredor?

No tiene por que ser la última, pero sí creo que se está perdiendo mucho tiempo y muchas posibilidades económicas para las empresas y los ciudadanos. Impulsar de forma inmediata este eje de transporte se ha convertido en una cuestión de primer orden

En la declaración del pleno del Consejo de Cámaras reclaman inversiones en los presupuestos generales del Estado. ¿Se ha estimado el coste que supondría la reforma integral de esta vía?

Creo que a quien le compete esa estimación es a otras instituciones, pero tampoco es una cuestión que nos preocupe. Es un eje prioritario y hay que asumirlo como un servicio público, como algo necesario para muchas comunidades autónomas, porque no son solo Valencia o Aragón, sino País Vasco, Cantabria...

¿Por qué siendo un eje ferroviario tan importante, su reforma no se ha acometido antes, ¿por la crisis?

Sin duda los últimos años no han sido buenos para las inversiones, pero no estamos hablando de ausencia de inversiones en los últimos años; estamos hablando de cien años; de una conexión y de un trazado que no ha terminado nunca de tener el respaldo de quien le compete desarrollarlo. Y evidentemente para sacarlo adelante requiere de voluntad política, igual que alguien decidió en su día que había que hacer la autovía Mudéjar.

¿Puede llegar a desaparece esta línea si no se acometen inversiones?

Es especular mucho, pero desde luego si no se ejecutan las inversiones necesarias para que sea apta para el tránsito de mercancías y pasajeros no sería descartable que algún día dejara de existir, pero eso por el momento no pasa por nuestras cabezas porque no se puede dejar perder una conexión ferroviaria, al menos, entre dos capitales de provincia.

¿Hay amenaza real de que el eje Zaragoza-Teruel-Valencia sea sustituido por el corredor de Tarragona?

No sé si amenaza, pero hay un hecho. Ya ha anunciado Opel, por ejemplo, que trasladará sus mercancías a través de ese corredor, no por la línea que sería la más lógica y natural, como es la de Zaragoza a Valencia por Teruel. Pero yo nunca he entendido las infraestructura como excluyentes. Creo que tiene que haber un plan de desarrollo de infraestructuras complementarias no alternativas, ya que todas son necesarias.