Vecinos del barrio de San Julián, uno de los sectores más dinámicos de Teruel, han presentado al Ayuntamiento una propuesta para recuperar los solares abandonados y degradados del Centro Histórico. Esta es una de las ideas más relevantes de las planteadas al proyecto de presupuestos participativos, con el que el equipo de gobierno pretende dar voz a los colectivos ciudadanos en las tareas municipales.

La propuesta se centra en principio en nueve puntos del Casco Antiguo que los promotores consideran "críticos" por estar especialmente degradados y por encontrarse en el centro neurálgico y la zona más turística de la ciudad. No obstante, sugieren extender el proyecto en un futuro a otros barrios turolenses, donde, según los impulsores de la iniciativa, "hay solares convertidos en auténticos vertederos". Proponen en primer lugar acometer los trabajos en un espacio que pueda servir de modelo para el resto.

Entre otras ideas, plantean recuperar estos lugares como espacios de juegos infantiles y para mayores, instalar murales en las fachadas degradadas, hacer uso de mobiliario a partir de materiales reciclados, habilitar huertos urbanos o disponer de lugares para actividades culturales. Cuestiones que, en cualquier caso, se deberían concretar desde el Ayuntamiento si al final el plan sale adelante.

Hugo Casanova, uno de los promotores y coordinador también del museo al aire libre del barrio de San Julián con medio centenar de murales en fachadas, insiste en que la propuesta vecinal "no es nada nueva. En ciudades como Zaragoza o Madrid, y de distinto signo político, ya se está llevando a cabo hace tiempo con éxito". La idea ha surgido, según subrayó Leticia Burillo –otra de las promotoras–, "como una necesidad de los vecinos de relacionarse con su entorno". "Y pensamos –agregó– que si se quiere vender Teruel como ciudad turística, la recuperación de solares sería una manera de contribuir al embellecimiento de la misma".

La mayor parte de los nueve solares que han sido seleccionados por estos vecinos para su transformación en espacios de ocio se caracterizan por su gran degradación, y, si bien todos están vallados, como establece la normativa municipal, en general carecen de un mantenimiento continuado que garantice unas condiciones mínimas de salubridad. Precisamente, iniciativas como las planteadas por estos vecinos, permitirían mejorar su estado de conservación al tiempo que, según Casanova, favorecerían la revalorización de las zonas donde se localizan. "Sería bueno para los propietarios de los solares, que se verían liberados de la obligación de tener que mantener estas áreas, pero también para los comerciantes de la zona, ya que impulsaría la dinamización de lugares ahora muy degradados e insalubres", explicaba el promotor.

En la propuesta se incide en que serían los propios vecinos los que a través de talleres se encargarían de poner en marcha la renovación de estas áreas, con costes para el erario público, a su juicio, mínimos. "Mucho menos –subrayó Leticia Burillo– que acondicionar un parque infantil".

El único obstáculo, a juicio de estos vecinos, es el relacionado con la titularidad de los solares, casi todos ellos de propiedad privada. Pero consideran que mediante algún tipo de cesión temporal al Ayuntamiento, "podría llegarse a una serie de acuerdos donde todas las partes saldrían beneficiadas".

El concejal delegado de urbanismo, Juan Carlos Cruzado, considera a priori la propuesta "complicada" de poner en práctica por involucrar a propiedades privadas, en las que, según recalcó, "el Ayuntamiento no puede realizar ninguna inversión". "Podemos instar a los propietarios a que vallen o limpien los solares, pero nunca destinar recursos municipales para mejoras" agregó.

Señaló, no obstante, que la iniciativa se puede estudiar, si los técnicos del Ayuntamiento, que en estos momentos estudian todas las propuestas planteadas al proyecto de presupuestos participativos, "encuentran fórmulas viables y jurídicamente posibles para poderlo acometer".