Los mineros se encierran en Estercuel para exigir soluciones reales al sector

El himno de Santa Bárbara retumbó ayer en la plaza de Estercuel. El cántico, entonado por las Mujeres del Carbón, y los aplausos de decenas de vecinos, arroparon el inicio del encierro protesta de cinco representantes del sector de la minería. La clausura voluntaria en el salón de plenos del Consistorio se dará por concluida mañana a las once tras 48 horas.

Palabras como "caótico" y "desastre" sirvieron ayer para calificar el momento que atraviesa el sector del carbón. Reivindican un futuro que pasa por dos acciones. Primero, por los 230 millones de euros necesarios de inversión para que continúe la actividad en la central térmica de Andorra. Segundo, un plan de trabajo "real" por parte de las instituciones para la captación de empresas con el que lograr una reindustrialización. Exigen que se cumpla el Plan del Carbón 2013-2018, firmado en el Ministerio de Industria, en el que se regula la compra de carbón autóctono. "Es de Ley", dijeron, y piden que se convoque la Comisión de Seguimiento de dicho Plan y se reconozca la zona como reserva estratégica nacional.

Cabe destacar que Endesa, que no se ha pronunciado al respecto del encierro de ayer, anunció el jueves la reanudación de la compra de carbón autóctono después de tres meses sin hacerlo. De aquí a final de año comprará a Samca 120.000 toneladas. "Siempre es buena noticia pero no basta. Es un parche porque esa cantidad para tres meses es la que, en una época normal, llevamos mensualmente", dijo el alcalde de Ariño, Joaquín Noé.

El delegado de Samca y representante de la Minería en CC. OO., Antonio Montoyo, recordó que solo "con voluntad política" se solucionaría el problema. "Se están comprando 16 millones de toneladas de carbón importado todos los años", protestó.

Vía megafonía, los concentrados recordaron los últimos datos de empleo desaparecido. En lo que va de año se han perdido entre 120 y 125 puestos de trabajo, las empresas subcontratas han quedado en un plano prácticamente inexistente, y en los próximos tres meses se prevén otros 200 despidos. A final de año el sector en la comarca de Andorra-Sierra de Arcos habrá perdido 300 empleos.

Freno a la despoblación

Recordaron que todo lo que atañe a la central térmica no es solo asunto de los mineros. "No sabemos si podremos continuar en nuestros pueblos, tampoco por cuánto tiempo tendremos farmacia, médico, bar o el puesto de alimentación. Si la central cae, cae todo", dijo el alcalde de Estercuel, Joaquín Lahoz. La situación afecta también tanto dentro como fuera de la mina. "Los ánimos están mal porque estamos sustituyendo en los puestos a familiares directos o amigos, y es muy duro", añadió el representante de los trabajadores de Samca por UGT, Sebastián Ruiz.

Los trabajadores de las subcontratas son especialmente vulnerables en estos momentos. Buena parte de los despedidos pertenecen a este sector, como José Manuel Tomás, que lleva 24 años en la subcontrata Thayser, donde es maquinista. Ayer se encerró junto a los dos alcaldes y los representantes sindicales. "Esta incertidumbre se vive mal y afecta en todo a tu vida pero vamos a peor y creo que Gargallo se verá muy dañado con los próximos despidos", vaticinó.

El presidente de la DPT, Ramón Millán y el presidente de Cepyme Teruel, Juan Ciércoles, respaldaron la protesta. "La DPT estará para todo lo que nos pidan con mociones, propuestas y lo que sea preciso. No es nuestra competencia, pero ojalá lo fuera porque le buscaríamos solución", dijo Millán. "Somos una comarca con 11.000 habitantes y si cae la Central perderemos a más de la mitad y quien se va, no vuelve", añadió Ciércoles.

A partir del jueves no se descartan nuevas movilizaciones pero, de momento, no se ha concretado el calendario.