San Julián se movilizará el día 27 para pedir menos trabas al proyecto del conservatorio

Los vecinos de San Julián no se resisten a dejar en el abandono el proyecto de habilitación del antiguo asilo de San José como conservatorio de música y centro social, a pesar de las numerosas trabas a que se ha visto sometido desde su gestación, hace más de diez años. En una reunión mantenida por la asociación de vecinos el lunes se acordó llevar a cabo una nueva movilización el próximo día 27 para reclamar más agilidad en este proyecto, cuyo último revés, cuando todo parecía encauzado, ha sido la decisión del Gobierno de Aragón y Ayuntamiento turolense de incluir un proyecto que refuerce la resistencia del edificio ante los terremotos.

La entidad vecinal ha planeado acometer el día 27 una acción "llamativa", según calificó el presidente de la entidad, Pepe Polo, en la plaza del Torico, con la intención de recordar a las administraciones "la necesidad de agilizar todos los trámites" que obstaculizan la adjudicación de las obras. Temen que si se producen nuevas demoras, puedan perderse casi tres millones de euros y con ellos la posibilidad de que se materialice a corto plazo el proyecto.

Con esta acción de protesta, los vecinos pretenden aprovechar la presencia de turistas en la ciudad y mostrar las condiciones de ruina en la que se encuentra este edificio, atribuido al arquitecto modernista Pablo Monguió. Pepe Polo señaló que la movilización se realizará dos días después de la firma del convenio que, según las previsiones, se realizará entre el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento con el objetivo de sellar el compromiso de ambas instituciones para afrontar la obra.Otras acciones en septiembre

El presidente de la Asociación de Vecinos dijo que esta acción vecinal precederá a otras movilizaciones programadas para septiembre con el fin de apremiar a las administraciones a que concluyan en ese mes la redacción del proyecto modificado para incluir medidas sismorresistentes. "La amenaza sobre la rehabilitación del antiguo asilo sigue latente", explicaba Pepe Polo. "De hecho –añadió–, si no se licita la obra sobre el 30 de septiembre, creemos que habría serias dificultades para adjudicarla antes de diciembre, plazo límite establecido por la nueva normativa que gestiona el Fondo de Inversiones de Teruel, FITE, que financia el proyecto". Polo sostiene que andan en juego tanto los 750.000 euros presupuestados por el FITE correspondiente a 2015, así como el millón y medio incluido en los fondos de este año. "Y lo peor y más injusto es que estas partidas se perderían, de manera que ni siquiera se podrían invertir en otras actuaciones necesarias para la provincia", añadió el dirigente vecinal.