La catedral ya luce su nueva cara

El plazo para finalizar las obras de restauración de la catedral de Teruel termina el 15 de septiembre, aunque los trabajos ya están muy avanzados. Esta actuación, que han sido financiadas por el Fondo de Inversiones (FITE) de 2015 con un presupuesto de 1.600.000 euros, está recogida en la segunda fase del Plan Director aprobado en 1999 para la restauración de la catedral, y continúan la línea de trabajo iniciada en 2006 con la intervención sobre las cubiertas de la nave central y el cimborrio. Para este proyecto se han instalado 4.500 metros cuadrados de andamios sobre las cúpulas y cupulines de las cubiertas inferiores del templo, así como en sus fachadas, algunas de las cuales ya están terminadas.

En 1342, la antigua parroquia de Santa María de Mediavilla fue ascendida a colegiata y en 1587 elevada a catedral. En la actualidad, es el templo más importante de la ciudad de Teruel y una de las construcciones más significativas del arte mudéjar. Dañada por el paso del tiempo y herida en la Guerra Civil, fue declarada Bien de Interés Cultural en 2004. Ahora, más de 30 personas –entre albañiles y profesionales en el campo de la restauración– trabajan para que recupere todo su esplendor.

"La catedral, a pesar de no tener graves problemas constructivos, estaba muy sucia y degradada", explicó el arquitecto Joaquín Andrés, encargado de la rehabilitación de Santa María de Mediavilla. "Hemos hecho un gran esfuerzo, hemos trabajado mucho", afirmó Joaquín Andrés, que considera que esta obra ha sido un "privilegio" y asegura estar "muy contento con el resultado". En total, se rehabilitarán 3.700 metros cuadrados de superficie. "Cada monumento, cada elemento constructivo tiene su sensibilidad. Aquí hemos intentado ser muy respetuosos con el conjunto poniendo en valor los elementos antiguos, realizando un juego sutil entre lo nuevo y lo viejo", subrayó el arquitecto de la catedral de Teruel.

Hallazgos arqueológicos

El proyecto contemplaba la realización de catas arqueológicas en 7 puntos distintos de la catedral, mostrando especial interés en la fachada que da a la calle Santa Emerenciana, lugar donde se sospechaba que pudiesen estar los restos del antiguo claustro. Esta investigación arqueológica, dirigida por el experto Javier Ibáñez, ha confirmado la ubicación del claustro con la aparición de tres pilares, cuya datación es anterior a 1251, además de hallar la estructura de una antigua puerta situada junto al arco de la torre de la catedral. En la fachada de la plaza del Venerable Francés de Aranda también se localizó una pequeña ventana que ha sido recuperada. Los restos de la puerta medieval quedarán visibles de acuerdo a una decisión aprobada por la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural.

El FITE ha aprobado este año una partida de 625.000 euros para la restauración de la torre de la catedral, que habrá de hacerse por fases y para la que serán necesarios más fondos. "Nos queda en el corto plazo la restauración de la torre y en el medio plazo la creación del museo catedralicio, que sería la culminación del Plan Director", explicó Joaquín Andrés.