Agricultores del Jiloca reclaman a la CHE la limpieza del río Cella para asegurar los riegos

El malestar se ha adueñado de los regantes de la zona del Jiloca después de haberles prohibido el Instituto Aragonés del Agua (Inaga) a mediados del mes pasado la limpieza de la cabecera del río Cella por carecer de permisos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Agentes de protección de la naturaleza ordenaron la paralización de los trabajos de una máquina contratada por los regantes para eliminar maleza por no disponer de la correspondiente autorización. Ante un segundo intento, los forestales procedieron a abrir un expediente sancionador.

Los agricultores sostienen la necesidad de este tratamiento porque la proliferación de vegetación y arrastres en el lecho del río Cella, de donde se nutre el Jiloca, impide circular con fluidez el agua, lo que perjudica el mantenimiento de los riegos en un periodo clave para el desarrollo de las cosechas.

El presidente de la Junta General de Regantes de las Aguas del Río Cella y de la Acequia del Cañizar y alcalde de Santa Eulalia, Blas Lanzuela, señaló que el crecimiento descontrolado de la maleza y, por tanto, el estancamiento del caudal, "está provocando el encharcamiento de los campos en Cella y Villarquemado, cuyas plantaciones se pudren, y la sequía en el resto, mientras que no llega ni una gota a Villafranca". La comunidad está integrada por regantes de siete municipios de la ribera del Jiloca que representan a más de dos mil hectáreas de tierras de cultivo.

El concejal de Santa Eulalia Antonio Játiva reconoció que las máquinas entraron al lecho del río porque las Reales Ordenanzas con las que se regula desde el siglo XVIII este recurso hídrico, "establecen que se deben realizar dos limpiezas al año en el cauce". "Son tan claras –agregó– que no tendría que ser necesario pedir permisos".

Por su parte, el agricultor y concejal de Cella Mariano Sánchez defendió las limpiezas de los ríos, como sistemas que favorecen los riegos "con menos cantidad de agua".Y destacó que los flujos de caudales "tienen que ser más importantes cuanto mayores son las necesidades de los cultivos". "La eliminación de la maleza se tiene que hacer ahora; en julio y agosto no tiene sentido porque la cosecha está prácticamente al final de su crecimiento", apostilló.

Fuentes del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón justificaron la apertura de un expediente por parte de los agentes forestales a los regantes ante la obligatoriedad de disponer de autorización por parte de la CHE "para realizar cualquier actividad en el dominio público hidráulico". Los permisos tienen que estar, no obstante, respaldados por un informe medioambiental del Inaga donde se determine si hay condicionantes o no para ejecutar los tratamientos en los ríos .

La Asociación de Regantes ha solicitado mantener contactos con responsables de la CHE para articular un método que permita llevar a cabo la gestión periódica del río Cella de una forma estable. Ayer tuvo lugar una primera reunión con responsables de Medio Ambiente, por lo que se espera que se pueda resolver el problema en breve.

Propuesta del PAR

La medida ha reavivado la polémica sobre la conveniencia de la recuperación de la laguna del Cañizar, un extenso humedal situado entre Villarquemado y Cella, que fue rescatado hace 8 años después de permanecer tres siglos desecado por la mano del hombre. Los regantes siempre se han opuesto a la reintegración de la laguna, a la que acusan de la falta de agua para riego que sufren sus campos. El grupo del PAR en la Comarca de Teruel, a la que pertenecen varios de los municipios incluidos en la Comunidad de Regantes, planteará en el próximo pleno comarcal la necesidad de que "prevalezcan los derechos al riego antes que la laguna", señalaba el presidente comarcal de este partido, Francisco Abril. "Siempre hemos defendido la agricultura sostenible y competitiva en esa zona", concluyó.