Un estudio desarrollado en los restos arqueológicos descubiertos hace una década en las excavaciones de la zona de la Judería de la capital ha permitido identificar las figuras de dos varones judíos en la decoración de una escudilla del siglo XIII, un tipo de representación humana muy escasa en la iconografía medieval de los territorios del Mediterráneo occidental.

Las imágenes que aparecen en la cerámica son de gran singularidad, según señaló el director del estudio, el arqueólogo Antonio Martínez, debido a que la mayoría de las reproducciones sobre judíos que se conocen en la actualidad se limitan a "miniaturas en manuscritos y a pinturas que decoran retablos e iglesias". Agregó que la excepcionalidad de la pieza ha hecho que se incluya dentro de la colección expuesta en el Museo de Teruel, junto con la lámpara ritual judía encontrada en la misma zona en 1979 por la entonces directora del centro, Purificación Atrián, uno de los objetos más relevantes de arte sefardí turolense.

En los alfares medievales de Teruel se elaboraron obras decoradas con figuras que representan a damas y caballeros, nunca de cultura judía, según especifica el arqueólogo, y frecuentemente vinculadas a conjuntos más grandes que incluían estéticas vegetales. Añadió que con esta pieza y las pinturas de la techumbre mudéjar de la catedral, Teruel "puede presumir de conservar dos de las más antiguas representaciones de judíos de la Europa medieval".

Antonio Martínez señaló que la identificación de las figuras de los dos varones ha sido posible después de un exhaustivo análisis de las "iconografías judía y cristiana de entre finales del siglo XIII y principios del XIV". Según dijo, el proceso de estudio ha sido "complejo y laborioso", porque primero hubo que restaurar y después, inventariar todo el material. Todo ello con poco personal debido a la escasa financiación del proyecto. En las excavaciones, que tuvieron lugar como paso previo a las obras de reforma de la plaza de la Judería que promovió en 2004 el Ayuntamiento turolense, se extrajeron, además, numerosas piezas y muy fragmentadas.

Del barrio de la Judería de Teruel, ubicado en pleno Casco Antiguo, no quedan vestigios visibles en la actualidad. Antonio Martínez manifestó que la zona en la que se asentaba la población sefardí fue arrasada como consecuencia de la Guerra Civil. "Después de la contienda, se reconstruyeron manzanas enteras de viviendas", subrayó. No obstante, las primeras excavaciones realizadas en relación a esta cultura se desarrollaron a principios del siglo XX, cuando se acometieron trabajos en un cementerio judío de época medieval, con la aparición de numerosas tumbas, en las que hallaron joyas.

Pese a ello, no abundan los estudios sobre esta población en el Medievo. Antonio Martínez pretende profundizar en las investigaciones de la Judería abordando los aspectos urbanísticos y constructivos con objeto de analizar el modelo de vida de las personas que residían en ese barrio.