Condenan a 3 técnicos a un año de cárcel por la muerte de un obrero en Castelnou hace 11 años

La fiscal del caso lamenta que un juicio con tanto retraso “ni es justicia ni es nada”. La familia de la víctima podrá cobrar ahora la indemnización de 450.000 €.

Once años ha tardado la Justicia turolense en resolver el trágico accidente laboral que el 6 de abril de 2005 costó la vida a un joven obrero, padre de un bebé de cinco meses de edad, que trabajaba en la construcción de la central térmica de Castelnou. El juicio, en el que se alcanzó conformidad entre las partes, tuvo lugar ayer y permitirá, al menos, que la familia de la víctima pueda percibir la indemnización económica acordada, 450.000 euros.


Un cúmulo de circunstancias hizo que esta causa judicial entrase en una espiral de retrasos sin precedentes en la provincia de Teruel. Tanto es así, que la fiscal de Alcañiz encargada del caso, María del Carmen Continente, lamentó al término de la vista oral que, "un juicio, once años después, ni es Justicia ni es nada". Agregó que la familia del obrero "ha sufrido mucho".


La instrucción resultó compleja desde el principio al participar en la construcción de la central térmica un total de cinco empresas, cada una de ellas con su respectiva compañía de seguros, y 40 subcontratas. El proceso ha estado plagado de recursos, uno de ellos el que interpuso la familia del fallecido ante la Audiencia Provincial para que se abriera procedimiento por infracción penal, algo que no veía el Juzgado de Alcañiz, y luego, en dos ocasiones, algunas partes se opusieron a la apertura de juicio oral.


Cuando llegó el momento de citar a los compañeros de la víctima como testigos, muchos de ellos habían cambiado de puesto de trabajo –incluso alguno había fallecido– y era difícil localizarlos. Además, a lo largo del proceso y debido a la excesiva movilidad de funcionarios que existe en la provincia de Teruel, ha habido 3 jueces instructores y varios fiscales en la investigación.


El Juzgado de lo Penal considera que los responsables de la muerte del trabajador son el coordinador de seguridad y salud contratado por la empresa Initec Energía, J. M. E. H., el técnico de prevención de riesgos laborales del control de calidad de la empresa Masa, F. S. S., y el representante legal de la empresa Esmonlu S. A. –a la que pertenecía el obrero fallecido–, E. J. F. P. La titular del Juzgado condena a cada uno de ellos a un año de prisión y al mismo tiempo de inhabilitación para el desempeño de su cargo por un delito contra la seguridad de los trabajadores en concurso con un delito de homicidio imprudente.Atenuante de dilación

La Fiscalía de Alcañiz pedía 4 años de prisión para cada uno de los imputados, pero ayer tuvo que aplicar la atenuante de dilación indebida ante el retraso en ser juzgados los hechos, lo que unido al acuerdo alcanzado por las distintas partes, rebajó a solo un año de cárcel la condena. Inicialmente había un cuarto imputado, pero falleció.


El obrero fallecido era natural de Huelva y llevaba muy pocos días trabajando en Castelnou cuando perdió la vida al caer desde una altura de 19 metros. Según explicó la fiscal del caso, el accidente se debió a que las placas metálicas en las que pisó la víctima estaban ancladas solo de forma provisional y no había ninguna advertencia sobre ello. El día de antes, un grupo de operarios se había negado a trabajar alegando falta de medidas de seguridad en la zona. La muerte del empleado hizo que al día siguiente los 650 trabajadores iniciaran una huelga.


El abogado de la familia de la víctima, Joaquín Galindo, calificó ayer el retraso de "escandaloso" y lamentó que sus representados tuvieran que revivir de nuevo el trágico suceso mucho tiempo después. El letrado de Generali Seguros –una de las aseguradoras–, Miguel Redón, criticó que el asunto "durmió el sueño de los justos durante mucho tiempo".

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