Dos camioneros fallecen en una colisión en cadena de tres vehículos en la A-23 en Sarrión
La cabina de un camión se empotró bajo la plataforma del trailer que le precedía y otro habitáculo ardió.
Dos camioneros fallecieron ayer como consecuencia de una colisión en cadena entre tres camiones registrada a las 10.50 en el kilómetro 85 de la autovía Mudéjar o A-23, en el término municipal de Sarrión. Los fallecidos J. L. S. G., de 42 años y vecino de Huesca; y J. L. N. V., de 42 años y vecino de Alcorisa conducían dos de los vehículos siniestrados, mientras que el conductor del tercer camión implicado, J. A. C., resultó ileso.
Uno de los camiones involucrados chocó contra un trailer que cerraba la cola de vehículos que se formó a raíz de una operación de la Guardia Civil para interceptar a un coche que circulaba en sentido contrario por la A-23. A continuación, otro camión se estrelló violentamente contra el vehículo que acababa de colisionar. La circulación quedó interrumpida en sentido Francia y tuvo que ser desviada hasta las 19.30 por la N-234, de trazado paralelo.
El camionero que manejaba el vehículo situado en segundo lugar, J. L. N. V., resultó herido y tuvo que ser rescatado por los bomberos de Teruel. Sin embargo, debido a la extrema gravedad de sus lesiones falleció en la carretera sin poder ser evacuado en el helicóptero de emergencias sanitarias del 112 que se había desplazado al lugar. La cabina del tercer vehículo implicado ardió como consecuencia del brutal impacto y el conductor que la ocupaba, J. L. S. G., fue uno de los fallecidos.
El siniestro se produjo cuando un camión descargado golpeó contra un trailer de la empresa Cementos El Molino que estaba detenido, aunque el choque apenas tuvo consecuencias. Sin embargo, la tragedia se desató con el impacto inmediato de un tercer camión de la empresa Baviol, de Huesca, que empezó a arder.
La cabina del camión atrapado en el centro de la colisión se empotró bajo la plataforma del vehículo que le precedía mientras que la caja de carga se montó encima. Un testigo explicó que el habitáculo "dejó de existir convertido en un amasijo de hierros".
El primer vehículo, de 25 toneladas, transportaba materias primas a la cementera de El Molino en Santa Eulalia y procedía de Castellón; el segundo circulaba vacío; y el tercero iba cargado de latas de cerveza que quedaron desparramadas sobre la calzada.
Los bomberos desplazaron en una primera salida a dos hombres en una furgoneta de excarcelación. Posteriormente, se sumaron al operativo una bomba nodriza con cuatro operarios, un segundo furgón de rescate con otros dos hombres y un vehículo de mando con dos personas más. Además, se personó un bombero voluntario con un vehículo de extinción con base en Mora de Rubielos.
