Los ríos Guadalaviar y Alfambra están en situación de emergencia por sequía

La Confederación Hidrográfica del Júcar señala que ambas cuencas tienen riesgo "muy alto" de restricciones

Precipitación en 2014 (litros por metro cuadrado).
Los ríos Guadalaviar y Alfambra están en situación de emergencia por sequía

Las subcuencas del Alfambra y del Guadalaviar están en situación de emergencia debido a la extrema sequía que azota a la mitad sur de la provincia de Teruel. En ambas zonas el riesgo de imposición de restricciones en el consumo de agua para regadío es "muy alto", según el informe de seguimiento de indicadores de sequía de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) del pasado 31 de julio. 


Las zonas del Alfambra y del Guadalaviar, que pertenecen a la cuenca del Turia –resultado de la confluencia de ambos ríos a las puertas de Teruel–, figuran entre las diez zonas de todo el ámbito de la CHJ que están catalogadas con el nivel rojo o de "emergencia". El conjunto de la Confederación se distribuye en 34 demarcaciones y las que presentan peores indicadores se sitúan en la mitad meridional, con la excepción de los ríos Alfambra, Guadalaviar y Cenia, este último en el Maestrazgo castellonense.


En el caso del Alfambra, para determinar el nivel de sequía la CHJ tiene en cuenta el caudal del río a su paso por Villalba Baja, que ayer era de 0,17 metros cúbicos por segundo pero que era nulo a partir de Peralejos. Para evaluar el Guadalaviar, el referente es la aportación del río al pantano del Arquillo, de 0,35 metros cúbicos por segundo. Se trata de los indicadores "más representativos" de los recursos hídricos de cada área. 


Para cuantificar el nivel de sequía, el nivel 1 equivale al valor máximo histórico, mientras que el nivel 0,5 representa la media. Todos los índices inferiores a 0,14 se consideran de emergencia. El caudal del Alfambra se queda en un 0,11 y las entradas en el Arquillo, en el 0,05, uno de los más bajos de toda la CHJ.


El Alfambra se encuentra en una situación precaria, con el cauce totalmente seco desde Peralejos hasta la confluencia con el Guadalaviar desde hace dos mesas. Los agricultores dan por perdidas las cosechas de hortaliza. Un regante de Villalba Baja, barrio rural de Teruel, explicó que la mayor parte de la tierra regable está plantada de chopos "que aguantarán" la sequía, aunque los "huertos están todos perdidos".


Según este vecino, el lecho del Alfambra está totalmente seco "desde San Juan", el 21 de junio. Añadió que en el último año apenas ha llovido y la sequía de este verano es "la peor que se recuerda" en el pueblo. A su juicio, la escasez de precipitaciones empeora "año tras año".


La subcuenca del Mijares, también incluida en el ámbito de la CHJ y localizada en gran parte en la provincia de Teruel, está un poco mejor que las del Guadalaviar y el Alfambra. Su indicador de sequía es 0,18 y su situación de "alerta", el escalón previo a la emergencia. Según el director emérito del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), Millán Millán, la principal causa del descenso de las precipitaciones estivales en el alto Mijares es la pérdida de humedad de los vientos procedentes del Mediterráneo por la intensa deforestación y urbanización de las zonas costeras.


Millán explicó que el descenso de las tormentas veraniegas derivado de los cambios de usos del suelo en las costas de Levante afecta también a las cuencas del Alfambra y el Guadalaviar, que vierten sus aguas al Mediterráneo y son también dependientes de la humedad que penetra de este mar.


Para conocer a fondo el proceso de formación de tormentas tierra adentro de la costa mediterránea y aplicar medidas que corrijan su continuado descenso, la Comarca de Gúdar-Javalambre presentará el próximo mes de octubre un proyecto que optará a la financiación de la Unión Europea. Millán señaló que la reforestación masiva de la áreas costeras incrementaría la humedad contenida en los vientos que penetran hacia el interior y aumentaría la posibilidad de tormentas.