Un genial concierto de rock en Ejulve honor a los bosques

25  y 26 de julio

Grupos musicales de Aragón actúan en una población sensibilizada con la naturaleza

El grupo '13 Krauss', de Zaragoza, en plena actuación en el festival Carrasca Rock de Ejulve.
Un genial concierto de rock en Ejulve honor a los bosques
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Ejulve ha sido este fin de semana la capital del rock aragonés. La música de grupos de Zaragoza, Alagón, Mirambel, Valderrobres, Galve y Mas de las Matas ha sonado con fuerza en esta localidad turolense de apenas 200 habitantes dentro del festival Carrasca Rock. Todos los jóvenes se implican en la organización de este evento que transforma al pueblo en una auténtica fiesta a la que acuden cientos de visitantes de distintos puntos de Aragón. Existe, incluso, una zona de acampada con servicio de bocadillos calientes para todos los que deciden vivir las dos noches de conciertos -el pasado viernes y ayer, sábado-.


Uno de estos jóvenes, Diego Ortín, señala que el Carrasca Rock nació en 2006 para dar una oportunidad a los grupos aragoneses. La respuesta fue muy buena desde el principio y el festival ha conseguido hacerse un hueco en la agenda de los rockeros más exigentes, tanto intérpretes como seguidores. Los Inestables (Zaragoza), Insolenzia (Alagón), 13 Krauss (Zaragoza) y The Skartxos (Mirambel) cantaron la primera noche mientras que en la segunda se subieron al escenario Omeveigues (Valderrobres), Ni Zorra (Galve), Proyecto Hombre (Zaragoza) y Malagana (Mas de las Matas). 


Al lado de los conciertos, se organizan actos que permiten extender la fiesta a todos los sectores de la población, sea cual sea su edad. Ayer por la mañana se celebró en Ejulve una feria de artesanía, trueque y venta de artículos de segunda mano en la que vecinos y visitantes pudieron comprar objetos de madera y cerámica, discos o camisetas, entre otros productos. La tarde estuvo dedicada al ‘Concurso de Talentos X (Amor) Al-Arte’, en el que magos, cantantes y todo aquel que quiso mostrar sus cualidades o habilidades para entretener al público optó a un premio de 300 euros. El escenario fue la plaza de Ejulve y hubo mojitos para todos.


Pero el Carrasca Rock quiere ser algo más que conciertos de rock y en los últimos años este evento ha adquirido un fuerte compromiso social con el territorio en el que se celebra. Tras el terrible incendio forestal que hace cinco años asoló los montes de la comarca, el festival se ha convertido en una llamada de atención sobre la necesidad de cuidar los bosques. De hecho, tanto sus organizadores como los rockeros participantes y el público que acude a la fiesta reivindican a la Administración medidas para evitar que el fuego destruya la naturaleza de una comarca que lucha por su futuro.