Teruel

La DGA arreglará la carretera de Mirambel tras más de 20 años de reivindicación vecinal

Destina 7,4 millones a la mejora de 10 kilómetros de la A-226, eje vital para Aragón por ser la vía de entrada de turismo de Castellón.

Con ilusión y escepticismo. Así han recibido los vecinos de Mirambel –135 habitantes– la reciente noticia de que el Gobierno de Aragón ha aprobado un gasto plurianual de 7,4 millones de euros para mejorar la carretera de acceso a la localidad, la A-226. Se trata de un eje de vital importancia para la Comunidad Autónoma al ser la vía de entrada de turismo procedente de Castellón a través de la comarca del Maestrazgo.


Más de 20 años lleva la población reivindicando el arreglo de esta vía de comunicación. De hecho, a finales de los 80 ya se redactó un proyecto de acondicionamiento de la carretera a su paso por Mirambel e incluso se colocaron estacas en las orillas de la calzada para delimitar el nuevo trazado, pero la iniciativa no llegó a buen término.


«Estamos muy contentos, pero hasta que no veamos las máquinas trabajando, no nos creeremos nada», manifestó el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Mirambel, Javier Ferrer. «No tenía ni carné de conducir cuando dijeron que iban a arreglar esta carretera; ahora tengo 37 años y sigue en el mismo estado de deterioro», recordó el concejal.


La carretera es estrecha, con muchas curvas y con el firme bacheado una y otra vez. No hay arcenes y la señalización horizontal está prácticamente desaparecida. «Es un peligro pasear por ella en las cercanías del pueblo, y si te cruzas con un camión hay que parar, porque los dos vehículos no caben», explica Ferrer. La sinuosidad del trazado complica, además los adelantamientos. «El turismo natural está de moda y ahora hay mucha gente que llega hasta aquí en bicicleta, pues bien, hay que pensárselo mucho incluso para adelantar a una bici», añade el edil.


La vía registra bastante tráfico. Por ella discurren a diario camiones que llevan pienso a las granjas de la zona o transportan animales fruto del boyante sector de la ganadería que existe en el Maestrazgo. A ellos se suman los autobuses de turistas que cada fin de semana llegan a Mirambel. El centro histórico de la localidad es uno de los conjuntos arquitectónicos más importantes de Aragón por conservar todo el recinto amurallado, notables construcciones y ambiente medieval. En 1980 todo el casco urbano fue declarado BIC (Bien de Interés Cultural) y en 1981 recibió la Medalla de Oro de Europa Nostra por su restauración. La reina Sofía entregó personalmente el premio.

«Es la vergüenza número uno»

«El arreglo de esta carretera hace mucha falta. Tal y como está ahora, es la vergüenza número uno de este país», indicó una vecina. En solo un día pueden llegar a pasar por la Oficina de Turismo de Mirambel entre 300 y 400 personas, más del doble de la población de la localidad.


Para el teniente de alcalde Javier Ferrer, el pésimo estado de la A-226 «ha frenado el desarrollo de la zona». Destaca que Mirambel «está cerca de todos los sitios, pero muy lejos, al mismo tiempo, por lo mal que está la carretera». El concejal recuerda que el municipio dista una hora de Alcañiz; una hora y media de Teruel;una hora y tres cuartos de Castellón y una hora y cuarto de la playa, «pero la vía de comunicación es tan mala que desanima a cualquiera», insiste. Como ejemplo del aspecto de la A-226 resume que «los dos carriles que tiene suman la misma anchura que uno solo de una carretera moderna».


La DGA actuará sobre un tramo de 10 kilómetros que se extiende desde las cercanías de la Masía de Torre hasta el límite de la provincia de Castellón pasando por Mirambel. Con este proyecto finalizará la mejora de la carretera entre Cantavieja y Mirambel, parte de la cual ya fue modernizada en la primera mitad del año 2011.


Las obras se desarrollarán en dos fases, según informa el Gobierno aragonés. En el primer tramo –desde la Masía de Torre hasta la entrada del núcleo urbano– está previsto realizar un nuevo trazado de 4 kilómetros que corregirá la sinuosidad de la carretera actual, reduciendo su longitud. En el segundo –desde Mirambel al límite provincial con Castellón– el recorrido será muy similar al que hay ahora. La nueva carretera tendrá dos carriles de 3 metros cada uno y arcenes de 1 metro.