El popular Manuel Blasco volvió ayer a la alcaldía después de siete años y medio con el apoyo de los ocho votos del PP y gracias a su condición de cabeza de lista más votada. La candidata socialista y anterior teniente de alcalde, Lucía Gómez, recibió los votos de los siete concejales del PSOE y el del concejal no adscrito, el ex alcalde aragonesista Miguel Ferrer. La sesión de investidura se desarrolló en un salón de actos a rebosar y en un ambiente tenso, que aún se enrareció más con los duros reproches de Gómez al PAR, su socio de equipo de gobierno durante dos mandatos, por haberse abstenido.

Lucía Gómez acusó al PAR de "romper" unilateralmente un acuerdo de gobierno mantenido durante dos corporaciones consecutivas. La candidata socialista a suceder a Miguel Ferrer recordó a los aragonesistas que el PSOE ha sido "leal" en todo momento, incluido el apoyo de los siete ediles socialistas a Ferrer para que ocupara la alcaldía a pesar de que el PAR solo contaba con cuatro concejales. Gómez afirmó que el PAR le "ha fallado" al PSOE y ha "violentado" la trayectoria política del Ayuntamiento.

Manuel Blasco, que reiteró su intención de compartir las tareas de gestión con la oposición ofreciendo delegados a todos los grupos municipales, calificó su regreso a la alcaldía de normalidad democrática y arremetió con el sistema electoral que permite a partidos minoritarios, y en concreto en este caso al PAR, "pervertir" el resultado de las urnas y rentabilizar unos "pocos votos" para acaparar poder en las instituciones. Aunque todos los portavoces se mostraron dispuestos a asumir delegaciones, Blasco advirtió contra la tentación de darle "puñaladas por la espalda" traicionando su confianza.

La máxima preocupación del alcalde es conocer la situación económica del Ayuntamiento y sanearla en la medida de lo posible. Anunció que hoy mismo se reunirá con la interventora municipal para concretar el estado de las arcas municipales y afrontarlo. Anunció "transparencia y austeridad" y señaló como prioridad agilizar los pagos a los proveedores, que según dijo, le han abordado en los últimos días para pedirle celeridad para liquidar los servicios pendientes.

Blasco mostró su voluntad de aprobar un presupuesto para 2011, a pesar de la premura de tiempo. Servirá de base el borrador elaborado por el anterior equipo de gobierno PSOE-PAR, con recortes de entre el 5% y el 18% en todas las áreas. El alcalde se dirigió expresamente al PAR para que, además de declaraciones de buena voluntad, apoye las cuentas municipales para 2011.

El portavoz del PAR, Julio Esteban, justificó la abstención de su grupo por la voluntad del PAR de no apoyarse en un "voto terrorista" -el alusión al apoyo del tránsfuga Miguel Ferrer- para configurar una mayoría absoluta con el PSOE. Añadió que "el desleal fue Miguel Ferrer, no el PAR". El grupo aragonesistas completó ayer su composición con la toma de posesión de las concejalas María del Mar Nacher y Elena Gómez, en sustitución de los dimitidos Luis Muñoz y Carmen Alonso.

El portavoz de CHA, el partido que hubiera posibilitado la articulación de una mayoría absoluta alternativa al PP sin contar con Miguel Ferrer, Paco Martín, criticó la "irresponsabilidad" de Ferrer, del PSOE y del PAR en la crisis municipal y cuestionó la voluntad socialista de optar a la alcaldía. Martín achacó la actual crisis al acuerdo PSOE-PAR que aupó al ex aragonesista a la alcaldía "más por criterios de reparto de poder que por el interés de la ciudad".

Miguel Ferrer calificó la actitud del PAR de "irresponsabilidad" y recordó a su ex partido que, si hubiera votado a la candidata de su socio de gobierno, Lucía Gómez hubiera sido elegida alcaldesa.