Finalizan los trabajos de restauración de la iglesia de Santiago de Albarracín

La Iglesia de Santiago de Albarracín abrió ayer sus puertas para mostrar a los vecinos el resultado de la restauración de seis retablos que ya adornan las paredes del edificio. Al acto, que se hizo coincidir intencionadamente con la festividad de Santiago Apóstol, acudió el Justicia de Aragón y el director de la obra social y cultural de Ibercaja, Román Alcalá.

Esta acción promovida por la Fundación Santa María de Albarracín y financiada por la Obra social y cultural de Ibercaja es de gran importancia dada la antigüedad de alguno de los lienzos, como el que data del siglo XV. Con la finalización de las labores de reparación de los bienes muebles se concluye un proyecto de restauración íntegra de la iglesia de Santiago, que comenzó con la renovación de la estructura arquitectónica del santuario, fase que se dio por terminada en septiembre del año pasado, y que acabó ayer con la presentación de los elementos decorativos interiores.

Pinturas importantes

De entre los seis retablos recompuestos, destaca la imagen de estilo tardo gótico de San Sebastián fechada en el siglo XV. Esta pintura es una de las más antiguas de Albarracín y, tal como reflejan las investigaciones realizadas como complemento de la restauración, fue traspasada de la Iglesia de Santa María a la de Santiago al ver que la primera estaba destrozada y el lienzo podía correr peligro. Una de las medidas adoptadas en esta pintura ha sido retirar la mazonería que se había añadido al cambiar su ubicación. "Se trataba de una mazonería muy peculiar nada acorde al retablo. La nueva es más simplista y en armonía con el estilo" explicó el presidente de la Fundación Santa María, Antonio Jiménez.

El retablo Mayor del siglo XVII es otro de los importantes elementos patrimoniales. Se trata de un trabajo de gran calidad que, según los estudios realizados, fue elaborado por Pedro Castillejo en 1666 aprovechando que también estaba labrando el principal de la iglesia de Orihuela del Tremedal. Tiene un interés añadido, pues los lienzos son de Jerónimo Jacinto de Espinosa, un afamado pintor valenciano de la época.

Otra de las obras de gran calidad que ha sido recuperada es la de la Sagrada Familia cuyo autor es José Cabello, un importante escultor de Teruel del siglo XVIII. Este retablo estuvo situado en el coro del santuario, sin embargo, con el paso de la Guerra Civil, la iglesia fue dañada enormemente y el coro quedó inutilizable. Los miembros de Regiones Devastadas, cuya misión fue arreglar los monumentos destruidos durante la guerra, eliminaron el coro por encontrarse en mal estado y trasladaron la pintura a una de las capillas, que ahora ha quedado ocupada con otros trabajos. Como consecuencia, se ha decidido instalar el retablo en la sacristía del siglo XVIII, en la cual se tiene previsto realizar las misas durante el invierno, "ya que es más fácil de calentar y además los fieles son menos en esta temporada", comentó Antonio Jiménez.

Los tres retablos restantes datan del siglo XVIII y rinden culto a Santa Bárbara, a La Dolorosa y a San Pedro y San Pablo. Se trata de muebles más modernos, concretamente de la época barroca, y que corresponden a un periodo de redecoración de la iglesia.

Tal como afirma Jiménez, el aspecto más importante del proyecto es que la iglesia se ha restaurado completamente, pues además de los lienzos, también se han arreglado los muebles más comunes como bancos o incluso atriles.

La difusión del patrimonio

Además de los trabajos de restauración de los elementos decorativos interiores, se ha publicado un libro en el que se intenta divulgar todos los aspectos técnicos de las labores realizadas con los bienes muebles de la iglesia. El autor del texto, Ernesto Arce, ha reflejado todo el proceso de remodelación incluyendo los aspectos técnicos del mismo. La presentación del ejemplar se llevó a cabo ayer coincidiendo con la de los retablos.

El director de la Fundación Santa María ha confirmado que los vecinos de la localidad se sienten muy orgullosos de poder recuperar su patrimonio, aunque reconoce que la presentación de los resultados levantó menos expectación que la anterior fase, pues las pinturas intervenidas no se retiraron del edificio durante los trabajos.