Los forenses dicen que el chaleco de uno de los guardias asesinados le iba pequeño

El Servicio de Criminalística envía un informe a la juez del triple crimen de Andorra en el que no puede determinar a qué distancia se hicieron los disparos.

Norbert Feher, el 17 de diciembre, tras confesar los tres asesinatos de Andorra ante la juez.
Norbert Feher, el 17 de diciembre, tras confesar los tres asesinatos de Andorra ante la juez.
Jorge Escudero

La juez de Alcañiz que investiga el triple crimen de Andorra acaba de recibir un informe del Servicio de Criminalística del Instituto Nacional de Toxicología en el que se concreta tanto el número y localización de las heridas de bala que presentaban las víctimas, como si estas eran de entrada o salida. Lo que no han podido aclarar de momento sus responsables es a qué distancia efectuó Norbert Feher los disparos, puesto que nos les han sido remitidas las prendas que vestían los fallecidos, lo que consideran imprescindible para hacer este cálculo. El informe constata también que, según las explicaciones que les dieron los forenses, el chaleco antibalas que llevaba puesto Víctor Jesús Caballero "le quedaba pequeño", puesto que "no era de su talla".

Los especialistas del Servicio de Criminalística han trabajado con las muestras que les remitieron los facultativos del Instituto de Medicina Legal de Aragón, que fueron quienes practicaron las autopsias tanto a los guardias Víctor Jesús Caballero yVíctor Romero, como al ganadero José Luis Iranzo. Tras un estudio pormenorizado de las mismas, los expertos afirman que el primero presenta "siete orificios de entrada, dos balas alojadas y ocho orificios de salida, lo que significa que varios de los orificios de salida necesariamente deben corresponder a salidas de fragmento de proyectil".

Los autores del informe se encontraron con alguna "discordancia" entre la numeración de las muestras que correspondían a Víctor Jesús Caballero y las heridas de bala que presentaba. Es por ello que decidieron ponerse en contacto con un forense del IMLA para comentar esta circunstancia. Fue entonces cuando el médico les informó de que la víctima llevaba puesto el chaleco antibalas pero le quedaba pequeño.

De las pesquisas practicadas hasta ahora ha trascendido que el protector que usaba Caballero era el oficial, suministrado por el Instituto Armado. Mientras que su compañero,Víctor Romero, utilizaba uno particular.

"Los dos chalecos cumplieron su cometido. Nadie dice que el privado fuera malo o que no estuviera homologado, pero no todos son iguales ni ofrecen la misma resistencia. Los oficiales están testados y de los otros no podemos tener constancia de que así sea", señaló hace unos días un alto mando al respecto.

En relación a las heridas de Romero, Criminalística las describe como tres orificios de entrada en región cervical izquierda y ambos glúteos; dos lesiones en el costado derecho que "corresponderían a impactos de balas sobre una zona corporal cubierta por el chaleco antibalas"; y una última, en el muslo izquierdo, que sería un orificio de salida. En cuanto a Iranzo, hablan de dos orificios de entrada y otros dos de salida.

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