Albentosa se asegura caudales suficientes para regar 600 hectáreas de truferas

Desarrollo Rural abre dos pozos que aportan 225 litros por segundo en total.

Trabajos de perforación de uno de los dos pozos abiertos por la DGA en Albentosa.
Trabajos de perforación de uno de los dos pozos abiertos por la DGA en Albentosa.
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Albentosa quiere seguir los pasos de la vecina Sarrión y poner en marcha un regadío social para la producción trufera a partir de los dos pozos que acaba de perforar el Departamento de Desarrollo Rural, con un caudal conjunto de 225 litros por segundo. La inversión, que ascendió a 300.000 euros, abre las puertas a la creación de una nueva zona trufera en la provincia que tendría la producción asegurada a partir del riego.

El Gobierno de Aragón realizó recientemente un aforo de los dos pozos, uno de ellos localizado en la pedanía de Fuen del Cepo, con buenos resultados de caudal y mantenimiento del nivel. La producción de agua permitiría regar mediante sistemas de bajo consumo, como goteo o microaspersión, unas 600 hectáreas dedicadas a la truficultura. La inversión estimada para la dotación de depósitos y redes rondaría los 7 millones de euros.

El Ayuntamiento, que también quiere formar parte de la comunidad de usuarios de los pozos, prevé utilizar parte de su caudal para el abastecimiento de la población, que ahora depende de una captación muy alejada en la Escaleruela, un paraje de Sarrión. La alcaldesa, Yolanda Salvador, explicó que la traída actual es costosa de explotar y propensa a las fugas debido a la largo recorrido de las conducciones.

Salvador explicó que por la fuerte sequía que padece la comarca de Gúdar-Javalambre el riego es la única solución para "salvar las plantaciones" de encinas para la producción de trufa, que proliferan en el municipio. La mayor parte de la superficie destinada a este cultivo corresponde a árboles jóvenes y, por lo tanto, más vulnerables a la sequía.

La alcaldesa señaló que, a la espera del desarrollo del regadío social, se podría habilitar una solución provisional para el riego de las truferas consistente en construir balsas de almacenamiento y, desde allí, abastecer las fincas mediante cisternas. Esta fórmula se aplica en Sarrión –el primer proyecto para crear sus regadíos se remonta a 2006 y todavía no han empezado a ejecutarse– y, aunque muy costosa, permite asegurar un mínimo de producción anual y salvar las truferas.

El Ayuntamiento de Albentosa ha promovido una primera reunión con los potenciales interesados en aprovechar los pozos para crear una comunidad de regantes que los pueda explotar. Yolanda Salvador intentará que se adhieran el mayor número posible de truficultores para abaratar los costes y evitar la proliferación de pozos particulares.

Salvador señaló que el aprovechamiento de las dos perforaciones ejecutadas por la DGA es una alternativa más sostenible y rentable que la dispersión de sondeos particulares. El pozo principal proporciona 200 litros por segundo, mientras que el menos productivo, en Fuen del Cepo, aporta 25 litros por segundo.

La alcaldesa agradeció la celeridad del Departamento de Desarrollo Rural para poner en marcha los pozos dos años después de haber formalizado la solicitud ante el Gobierno aragonés. Una fuente de la DGA señaló que las pruebas de extracción realizadas en los dos pozos revelan un mayor potencial y más reservas que los que dieron lugar al proyecto de los regadíos sociales de Sarrión. Tanto en esta localidad como en Albentosa la truficultura se perfila como un sector generador de empleo y capaz de frenar la despoblación.

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