El Instituto Geológico y Minero estudia el efecto del yoduro de plata en la pluviometría de Gallocanta

El Instituto Geológico y Minero de España (IGME) desarrolla un estudio sobre el posible impacto de los sistemas de lucha antigranizo en la pluviometría de la cuenca de la laguna de Gallocanta, situada entre las provincias de Teruel y Zaragoza y afectada por una persistente sequía. La investigación, que también abordará los efectos del cambio climático y la presencia de contaminantes derivados de la actividad de los quemadores utilizados para prevenir las tormentas de pedrisco, se enmarca en un informe sobre la hidrología de este complejo lagunar y su sostenibilidad.

Aunque el estudio todavía no ha finalizado, sus autores presentarán los primeros datos obtenidos y explicarán el proyecto el próximo jueves en Molina de Aragón (Guadalajara) en una asamblea organizada por la Plataforma ¿Quién Seca Nuestros Campos?, formada por 230 miembros del área situada en la confluencia de Teruel, Zaragoza y Guadalajara.

Jesús Causapé, uno de los investigadores del IGME que participa en el estudio sobre Gallocanta, ha señalado que el posible efecto en la pluviometría de los emisores de yoduro de plata usados para la lucha contra el pedrisco «encaja» en su trabajo. Entre las labores a desarrollar figuran análisis de agua y suelo para conocer la presencia de contaminantes derivados de la actividad agrícola o de los sistemas antigranizo.

Los primeros análisis de suelo revelan que la presencia de plata en las zonas más próximas a los emisores antigranizo –a unas decenas de metros– supera los máximos permitidos para los usos más restrictivos, como los parques infantiles. Los análisis de agua no indican por el contrario concentraciones anormales de plata.

El estudio del IGME analizará la precipitación en un radio de 100 kilómetros en torno a la laguna de Gallocanta, lo que supone manejar los datos aportados por 90 estaciones meteorológicas. Se recogerán los registros de lluvia desde 1950 hasta el presente. También se elaborarán diagnósticos para el periodo comprendido entre el 2000 y la actualidad y para los últimos 5 años, el periodo que más preocupa a los agricultores por el acusado descenso de las lluvias.

Jesús Causapé ha señalado que es pronto para determinar si existe un descenso de precipitaciones asociado a las zonas en las que se utilizan sistemas de lucha antigranizo. Ha añadido que, en cualquier caso, será difícil relacionar una hipotética disminución de las precipitaciones con las emisiones de yoduro de plata o con otros factores, como el cambio climático.

La Plataforma ¿Quién Seca Nuestros Campos? achaca el descenso de las precipitaciones en el entorno de Gallocanta a la supuesta presencia de avionetas que siembran las nubes con yoduro de plata y las disipan antes de llover. Esta agrupación entregará esta misma semana una queja al Justicia de Aragón para denunciar la situación y la escasa respuesta institucional. Le pedirá que inste a la Administración a legislar sobre el manejo del yoduro de plata, a investigar los supuestos vuelos de aeronaves antigranizo y a analizar la grave sequía que padece la zona donde convergen Teruel, Zaragoza y Guadalajara.

El portavoz de la Plataforma, Fernando Sánchez, ha anunciado también la presentación de una queja ante la Confederación Hidrográfica del Ebro para que antes de autorizar los sistemas antigranizo tenga en cuenta «los cuatro años de sequía» que sufre la zona de Gallocanta.

El portavoz de la Aemet en Aragón, Rafael Requena, ha reiterado por su parte que «no hay ninguna prueba científica» que indique que los sistemas antigranizo causan sequía. Añadió que las únicas aplicaciones del yoduro de planta son para deshacer el pedrisco e incrementar «moderadamente» la precipitación, pero siempre con efectos muy localizados.