¿Pueden los sistemas antigranizo influir en la sequía que afecta al entorno de humedales como la aragonesa Laguna de Gallocanta? es la pregunta que plantean cerca de 300 agricultores de Guadalajara, Soria, Zaragoza y Teruel agrupados en la plataforma ¿Quién seca nuestros campos? y que ha motivado un estudio del IGME.

A raíz de la pertinaz sequía que soporta la región, de cinco años consecutivos, los agricultores denuncian haber avistado "vuelos sospechosos", que -aducen- emiten yoduro de plata para evitar el granizo y disipa las nubes de tormenta, aunque los expertos lo consideran improbable.

"Nosotros no seremos meteorólogos ni físicos, pero conocemos nuestro cielo y nuestra tierra porque hemos trabajado aquí toda la vida", resalta a el portavoz de la Plataforma, Fernando Sánchez.

Sin embargo, desde el Instituto Geológico y Minero de España (Igme) declaran que, a medio camino de la investigación, "todavía no hay datos concluyentes" que establezcan una relación entre los generadores antigranizo y la pluviometría de Gallocanta, explica el responsable del estudio, Jesús Causapé.

Según este investigador, lo que por ahora han constatado es que las precipitaciones "han disminuido en mayor medida en la cuenca hidrográfica de Gallocanta con respecto al resto de la península".

Los datos además han revelado que además de que las concentraciones de yoduro de plata en el suelo analizado "no son muy altas", en algunos puntos "exceden los niveles máximos permitidos por la legislación sobre el uso del suelo", reconoce este experto.

Para el climatólogo y presentador los fines de semana de El Tiempo en Castilla-La Mancha Media, Jonathan Gómez Cantero, es "absolutamente imposible" provocar la sequía, y matiza que la técnica de yoduro de plata se emplea para "manipular las condiciones meteorológicas, no climáticas".

El yoduro de plata actúa como sustancia hidroscópica, que atrae la humedad, "como hacen las sales que se evaporan del mar", y lo que consigue "en caso de que funcione -pues en la mayoría de casos ni siquiera funciona- es que la gota caiga antes de que se congele", por lo que evita el granizo, detalla Gómez Cantero.

Este especialista advierte no obstante del riesgo de que el yoduro de plata contamine los suelos y humedales, pues, al ser un metal, "si impregna los tejidos animales puede afectar a toda la cadena trófica y llegar incluso a nuestro organismo, como vemos que ocurre con el mercurio".

Con todo, reitera que "no existe manipulación climática", así como "tampoco existen trayectorias químicas o chem trails", como sugieren las "leyendas urbanas".

En cualquier caso, desde el IGME consideran que "alguien tiene que darles una explicación a los agricultores, ya sea desde el Seprona o desde Aviación Civil", apunta Causapé.

A juicio del ingeniero, "otro problema es que no está regulado" ni cuánta sustancia ni cuánto tiempo se puede emitir.

Fernando Sánchez, portavoz de la plataforma de agricultores, también alega que el conflicto surge porque "no está legislado" y argumenta que tampoco hay investigación suficiente, dada la diversidad en las opiniones técnicas.

"Unos estudios señalan que el yoduro no tiene efecto; otros dicen que evapora la lluvia; otros, que la desvía a zonas colindantes; y, otros, que lo que se consigue es que llueva más", asegura.

Sánchez se pregunta además por qué él, cuando compra un litro de herbicida, tiene que mostrar su carné profesional y dar cuenta de dónde y cuándo lo va a tirar, "y ellos me dicen qué dosis puedo tirar y cómo lo debo utilizar" y sin embargo "el propio Gobierno da permisos para contaminar la atmósfera".

"O sea, que el que tiene dinero puede contaminar y el que no tiene dinero no", sentencia.