La población seguirá envejecida, pese al aumento de la natalidad

Aragón es una de las Comunidades más envejecidas del país con un índice que supera en 25 puntos al de España y una esperanza de vida que alcanza casi los 85 años en el caso de las mujeres y 78 en el de los hombres. Las perspectivas para los próximos años mantienen esa tendencia y prevén que crezca aún más el grupo de población que supera los 80 años, haciendo que la pirámide poblacional se ensanche todavía más en su cúspide.

Sin embargo, hay otros atisbos más halagüeños: las proyecciones para la próxima década marcan un aumento significativo del grupo de edad de menores de 15 años debido, sobre todo, al aumento de índices de nacimientos que ya ha comenzado a registrarse. De hecho, Aragón tuvo el pasado año un crecimiento vegetativo positivo, es decir, más nacimientos que defunciones, por primera vez desde 1985.

La causa de esta alegría demográfica hay que buscarla en la inmigración. Hay que tener en cuenta que casi la cuarta parte de los niños que nacen en la Comunidad son de madre extranjera. Los expertos estiman que este crecimiento vegetativo positivo se mantendrá durante algunos años, pero la incógnita que se abre ahora es lo que puede ocurrir con los inmigrantes ante la crisis.

Pese a lo positivo de este incremento de la población joven, en conjunto, la pirámide poblacional prevista para 2018 preocupa a los expertos, que la califican de "bomba de relojería a largo plazo", ya que será muy ancha en su base (menores de 14 años) y en su cúspide (mayores de 80), pero demasiado estrecha en los grupos de 15 a 39. Es decir, habrá menos población en activo y en edad reproductora.

¿Cómo reaccionará el fenómeno migratorio ante la crisis? La respuesta no es sencilla. La llegada de inmigrantes a Aragón es algo superior a la media y representan ya un 12,7% de la población.

Un dato significativo es que la Comunidad, según el último informe realizado por el Instituto Aragonés de Estadística (IAE), cerrará 2009 con solo 15.000 nuevos inmigrantes, mientras que el año pasado se empadronaron 30.000. Así, el número de personas migrantes pasaría de las 154.892 (11,7% del total) del 2008 a 170.295 (12,7%) este año. Las principales razones de este descenso hay que buscarlas en el fin de la Exposición Internacional, las estrecheces económicas y la aplicación de las políticas fronterizas.