El Museo de Huesca muestra la tabla de la iglesia de Montañana tras su restauración

El Gobierno de Aragón la adquirió en 2013 en una subasta ejerciendo el derecho de tanteo.

El director del Museo de Huesca, Julio Ramón, explica la obra a la consejera Dolores Serrat.
El Museo de Huesca muestra la tabla de la iglesia de Montañana tras su restauración
Javier Blasco

El Museo de Huesca expone desde ayer la tabla gótica de la iglesia de Montañana que adquirió el año pasado en subasta el Gobierno de Aragón por 32.500 euros. La obra se atribuye a Pedro García de Benabarre y data de entre 1475 y 1485. Durante seis meses se exhibirá en un espacio destacado del museo para piezas en rotación y después pasará a formar parte de la exposición permanente en la sala 5, dedicada a la pintura gótica.


La consejera de Cultura, Dolores Serrat, y el director general de Patrimonio Cultural, Javier Callizo, presentaron la tabla acompañados por Julio Ramón, director del Museo de Huesca, donde ha permanecido desde el pasado febrero en proceso de restauración, aunque se encontraba en buen estado de conservación.


La obra procede de la iglesia de Nuestra Señora de Baldós de Montañana, de cuyo retablo mayor formaba parte hasta que fue desmontado y vendido por partes en 1923. Estuvo en una colección privada de Barcelona y la compró el Gobierno de Aragón en mayo de 2013 en una subasta en la sala Balclis, ejerciendo el derecho de tanteo. Se sabe que otras tablas que formaban parte del conjunto están en colecciones públicas y privadas de todo el mundo (Museo Nacional de Arte de Cataluña, Museo de Bellas Artes de Sevilla, Colección Lladó de Madrid, Budapest, etc.).


Con unas dimensiones de 129,5x95,5 centímetros y pintada al temple sobre un soporte de madera, con algunos detalles en relieve en estuco dorado, la tabla de la iglesia de Montañana representa a Cristo resucitado sobre el sepulcro, con un paisaje y la ciudad de Jerusalén al fondo y cinco soldados alrededor. Según el director del museo, "su estado era bueno, no había sido por ejemplo barnizada, y lo que se ha hecho es consolidar los pigmentos y una reintegración en las zonas con lagunas".


Serrat se congratuló de haber recuperado esta obra de arte religioso, "otra pieza que regresa a nuestro territorio después de la tabla de Benabarre", dijo, en referencia a la obra gótica que llegó al Museo de Huesca para su restauración a principios de mes, tras un periplo judicial que comenzó en 2009, cuando la Diputación de Lérida la adquirió en una subasta y el Gobierno de Aragón ejerció el derecho de retracto. En peor estado de conservación que la de Montañana, aún no se ha concretado dónde se exhibirá tras su restauración.


Bienes de las parroquias


La consejera aseguró que "es voluntad del Gobierno de Aragón que las piezas aragonesas que están fuera de nuestro territorio vayan volviendo, ejercitando todas las acciones legales que tenemos en nuestra mano". Y aludió a los 112 bienes retenidos en Lérida. "Todas las sentencias han confirmado la legítima propiedad de las parroquias aragonesas -recordó-, pero también que el Gobierno de Aragón no tiene capacidad para reclamar su ejecución", derecho que corresponde a su legítimo propietario, el obispado de Barbastro-Monzón. Por ello insistió en reclamar que la diócesis ceda a la DGA los derechos de acción para poder actuar en su nombre y añadió que "el proceso judicial sobre la sala capitular de Sijena podría ser un buen precedente" en este aspecto.


Preguntada por el regreso del tapiz de San Vicente, robado de la catedral Roda en 1979 y recuperado en 2013 en Washington por el Ministerio de Cultura, Serrat recordó que el ministro se comprometió públicamente a que esta pieza del siglo XVI volviera a Aragón tras su restauración, proceso que acaba de terminar, "por lo que estamos pendientes de la respuesta a nuestra petición", dijo. "Lo más fácil es que se deposite en el Museo de Huesca, que es de titularidad estatal aunque de gestión autonómica, y a partir de que vuelva a Aragón estamos dispuestos a cualquier cosa", opinó. En Roda de Isábena reclaman que el tapiz ocupe su lugar original en la catedral.