Huesca

Preocupación y pena entre los vecinos ante el derribo del edificio de San Salvador

El Ayuntamiento ha confirmado que llevará a cabo las obras en los próximos días con cargo a los propietarios del inmueble

Edificio en ruinas de la calle San Salvador
Preocupación y pena entre los vecinos ante el derribo del edifico de San Salvador
J.S.

 Los vecinos y comerciantes del entorno de San Pedro de Huesca esperan la demolición del edificio en ruina de la calle San Salvador, entre la pena de que desaparezca del barrio –ya que data del siglo XVII y conserva una arquitectura acorde con su histórico entorno- y la preocupación que produce su malogrado estado. La casa fue precintada junto a otros inmuebles de la misma manzana después de que hace una semana cayera parte de la cubierta. El inmueble se encuentra ahora rodeado de vallas y redes de seguridad y no son pocos los que al pasar por allí alzan la vista para contemplar, con inquietud, su estado.


“Nos encontramos, por decirlo así, un poco intranquilos, especialmente por la parte más exterior de la terraza, aunque haya todavía una distancia”, asegura Rafael, quien regenta un establecimiento hostelero en la plaza de San Pedro, donde hace esquina el deteriorado inmueble. Fue además el encargado de avisar al servicio de emergencias cuando se desprendió el tejado.


En su opinión, se trata de una situación “que tendría que haber estado resuelta hace muchos años”. “Ha hecho falta que se cayera un parte de la cubierta para que se dieran cuenta de que había que tirarla. No sabemos por qué se ha dejado en pie, dado el estado en el que se encuentra, incluso hemos visto salir gente de allí, personas mayores con niños pequeños”, asegura el hostelero. Espera asimismo que cuando den comienzo las obras “se minimicen las consecuencias y podamos seguir ejerciendo nuestra actividad diaria tranquilamente”.


“Me parece tristísimo que un edificio con todo el encanto que tenía este haya llegado a esta situación, se veía venir hace muchos años”, comenta, además, la propietaria de otro de los locales de la plaza de San Pedro. En su opinión, tanto la actual corporación municipal como las anteriores deberían haber actuado en consecuencia mucho antes, ya que entiende que “tienen potestad para ello, realizando una permuta u otro tipo de procedimiento, aunque el coste corra a cargo de los propietarios”.


Asegura además que la ciudad “no se merece algo así”. “En casi ningún otro sitio que no sea Huesca al lado de una iglesia románica, lleve un edificio en este estado, que además se ve bonito, más de veinte años junto a una iglesia románica”, afirma esta propietaria, en relación a la vecina iglesia de San Pedro. En su opinión, “en el momento en que se tire y se construye otra cosa, esta plaza ya no volverá a ser la misma y eso es en perjuicio del turismo, el comercio y la ciudadanía en general”.


“Pensábamos que antes que el tejado, se caería algún cascote de la fachada”, afirma otra vecina de la zona, que prefiere no dar su nombre. “Cuando la pescadería cerró en 2006 ya pensábamos que se iba a caer todo y ha aguantado 7 años”, añade, recordando el último negocio que cerró en esta manzana. Comenta, además, que el edificio se encontraba ocupado “por personas sin hogar” y le gustaría, asimismo, que se conservara la fachada del edificio. El estado del edificio también preocupa a los viandantes, como a Vicente Ramón, que visitaba la zona la tarde del jueves junto a unas amigas. “Siendo que se trata de un edificio del siglo XVII es una pena que lo vayan a tirar sin que se haya cuidado como debería. En otras ciudades o comunidades autónomas estoy seguro de que se habría actuado de otra forma”, comenta Ramón.

Trabajos previos al derribo

Los trabajos de demolición los llevará a cabo el Ayuntamiento de Huesca con cargo a los propietarios del mismo, la empresa inmobiliaria Masari. Si bien todavía no se ha detallado una fecha concreta para el inicio de las obras, fuentes del consistorio han confirmado que dicho procedimiento dará comienzo “en breve, una vez se lleven a cabo los trabajos previos en materia de seguridad”. Estas mismas fuentes han confirmado, además, que no se conservará la fachada. Junto al derribo de este edificio se procederá también, por el mismo motivo, al apuntalamiento del inmueble colindante, en el número 2 de la plaza de San Pedro.-