El Valle de Benasque revive un año después de la riada

El 95% de los desperfectos provocados por el desbordamiento del río Ésera están arreglados.

Puente de San Jaime
La tranquilidad vuelve al Valle de Benasque

El pasado 18 de junio de 2013 el río Ésera se desbordó a su paso por el Valle de Benasque. "Después de dos días sin parar de llover, de repente, las calles empezaron a inundarse", relata Javier Abadía, teniente de alcalde de Benasque. Durante esos días había una alerta naranja, gracias a la cual, pudieron desalojar rápidamente el pueblo. "Había previsión de que podía haber algún problema, pero nadie pensó que pudiera ser de tal magnitud", añade Javier Abadía.


Varios edificios sufrieron daños: muros de contención, el refugio de cazadores y el camping de Castejón de Sos, entre otros. "La gran mayoría de los desperfectos se encontraron en las instalaciones públicas", añade José Luis, gerente de la Asociación Turística Empresarial Valle de Benasque. Además, debido al fuerte temporal, más de 300 personas tuvieron que ser trasladadas al pabellón municipal.


Por suerte, un año después la situación es muy diferente. "Un 95% de las infraestructuras dañadas ya están reconstruidas, e incluso, algunas se han mejorado", relata Abadía. Un ejemplo es la nueva rotonda que se ha creado en el cruce con Cerler, que sustituye a un antiguo ceda el paso. "Esto permite que haya más fluidez en esa carretera", apunta Abadía. Para ello han sido necesarios alrededor de 10 millones de euros, que los han aportado la DGA, el Ayuntamiento, la Diputación Provincial y el Estado.


Sin embargo, aún quedan algunas cosas por solucionar. "Falta limpiar y acondicionar la parte del cauce del río desde fuera del casco urbano hasta el cruce de Cerler y también es necesaria su reforestación, que le corresponde a la CHE", explica Abadía. Además, hay que acondicionar algunos caminos o senderos que todavía no están como antes.


El turismo, recuperado

La rapidez en la actuación tanto de los vecinos como de las instituciones y las empresas del lugar provocó que casi no hubiera efectos en el sector turístico. "En menos de 72 horas ya había suministro de agua y las carreteras N-260 y N-139 estaban abiertas", puntualiza Abadía.


Lo único que no se pudo salvar fueron las reservas de los últimos días de junio y el torneo de baloncesto Valle Escondido. "Se intentó retrasar una semana, pero se tuvo que suspender. Sin embargo, este fin de semana se celebra con más participantes de los previstos para el pasado, en total más de 1.000 personas", afirma Abadía.


Finalmente, la temporada estival de 2013 terminó con un ligero repunte respecto al 2012. "A pesar de lo que se cree, no estaba todo arrasado, sí que es verdad que el cauce del río estaba un poco feo, sin embargo, el resto del valle estaba exhuberante debido a las lluvias", explica José Luis, gerente de la Asociación Turística Empresarial Valle de Benasque.


Tanto desde el Ayuntamiento como desde la Asociación Turística Empresarial esperan que este año los datos se mantengan o mejoren. "No hay ninguna alerta por precipitaciones en el Valle de Benasque", señala Abadía haciendo alusión a los quince días perdidos por el desbordamiento.


El camping de Castejón de Sos no abrirá este año

Después de la riada, uno de los más afectados fue el camping de Castejón de Sos. "Había muchos sitios en los que nos preguntábamos cómo había llegado el agua hasta allí, pero la imagen del camping fue la más desoladora", narra José Manuel, alcalde de Castejón de Sos.


"Se podría haber recuperado en el mismo sitio ya que desde la riada se han incrementado las defensas y está más seguro que nunca", explica el gerente de la Asociación Turística Empresarial Valle de Benasque. Sin embargo, la CHE estimó que no era el lugar apropiado para reconstruirlo.


Aunque este campamento se reabrirá, no será en 2014. "Estamos trabajando en un proyecto de viabilidad de un suelo municipal para ver si tiene las condiciones necesarias para albergar un camping", puntualiza el alcalde.


Para esta localidad, el derrumbe del camping fue como perder la mitad del pueblo. "Aunque las obras se hicieron rápidamente, nosotros notamos un descenso en el turismo, ya que aportaba casi 800 personas, las mismas que tiene el municipio", señala el alcalde.