La obra del embalse de Almudévar tropieza con la burocracia y se retrasará 18 meses

Todavía está por firmar el convenio para la conexión a la red eléctrica. Los regantes critican la demora, ya que la construcción está acabada, y "este año hemos tenido agua para haberlo llenado varias veces".

Últimas obras en el embalse de Almudévar.
Edificio donde están las bombas y las turbinas, ya equipado, en una imagen de junio del 2023.
Verónica Lacasa

El embalse de Almudévar está acabado a falta de unos remates. Sin embargo, no se podrá inaugurar hasta dentro de al menos año y medio por problemas burocráticos relativos a la firma del convenio para su conexión a la red eléctrica. Las obras se han ejecutado a buen ritmo, respetando el calendario, algo poco habitual en estas infraestructuras, como se ha visto en Yesa o Mularroya, pero al final ha sufrido un tropiezo que impedirá su puesta en carga en el plazo previsto, con el consiguiente malestar de los regantes, y más en un año de abundantes excedentes para poder empezar a llenarlo.

La conexión eléctrica, necesaria para bombear el agua que llega a través del canal de Monegros, no estará a tiempo debido al retraso en la firma del convenio entre Endesa y el Ministerio para la Transición Ecológica. Habrá que esperar más de un año y medio para poder realizar el enganche definitivo a la subestación de la Plataforma Logística de Huesca (Plhus).

La Confederación Hidrográfica del Ebro ha asegurado que el embalse, después de seis años y medio de trabajos y un presupuesto de más de 100 millones de euros, está casi terminado y en unos dos meses finalizarán los trabajos de urbanización y pavimentación, pero quedará conectarlo con la red eléctrica, "y esta obra llevará más de un año". Otras fuentes concretan el plazo en al menos 18 meses.

El Ministerio para la Transición Ecológica, promotor del proyecto a través de la CHE, tiene desde hace meses sobre la mesa el convenio con la distribuidora de Endesa (eDistribución). El documento ha debido superar distintos trámites, entre ellos la revisión por parte de la Abogacía del Estado, que al parecer ya ha dado su beneplácito.

No será hasta la firma del convenio que regula las condiciones técnicas y económicas y el pago de la conexión cuando se podrán encargar los equipos al proveedor ("muy complejos", según los expertos), y luego habrá que esperar a su fabricación e instalación, un mínimo de año y medio.

Esta no es una presa situada en el cauce de un río sino una balsa lateral de almacenamiento, que se llena con agua procedente del canal de Monegros. Llega al embalse mediante un canal de abducción, desde donde se bombea al vaso, con una capacidad de 169 hectómetros cúbicos. Cuenta con siete bombas, cada una de 14 metros de altura y 33 toneladas de peso, que necesitan energía, lo mismo que las turbinas. Estas permitirán generar electricidad en el proceso inverso de vertido de agua al canal de riego, compensando así el gasto de consumo en el llenado. También está construida la subestación eléctrica, conectada por una línea de 13 kilómetros a la de Plhus.

Según aclaró la CHE, luego será necesario realizar la fase de puesta en carga, que dependerá de la climatología. "Si hay unos meses buenos como este año 2024, y las pruebas van saliendo bien, esta fase podría no superar los dos años", asegura el organismo de cuenca. Durante este proceso de prueba sería posible aprovechar el agua para el riego cuando se produzca el vaciado del embalse. Cabe recordar que Almudévar se alimentará de los excedentes de los ríos Gállego y Cinca que no se pueden almacenar en otras presas del sistema.

La demora ha provocado las críticas de Riegos del Alto Aragón, comunidad beneficiaria del embalse, a la que la CHE informó del problema. "Nos dijo que después de la firma habrá que esperar 18 meses, el plazo de entrega de los equipos que hacen falta", ha indicado el presidente de los regantes, José Antonio Pradas.

El malestar es aún mayor en un año de precipitaciones abundantes y excedentes que no se podrán aprovechar. "Nos cuesta mucho entender y justificar que una obra que ha cumplido al cien por cien su plazo de ejecución, se ha hecho rápido y sin desfases presupuestarios ni de calendario, por una cuestión meramente burocrática, de un convenio entre el Ministerio y la compañía, sufra ahora un retraso que no tiene ningún sentido. El Ministerio ya tenía que saber que había que hacerlo y me consta que la CHE empezó a hablar de este asunto hace varios años", explicó Pradas.

El presidente de Riegos recuerda que este año han dispuesto de recursos suficientes "para haber llenado varias veces el embalse, a ver si el que viene tenemos energía y no agua, no podríamos hacer la puesta en carga". En la asamblea del 30 de abril, los regantes cuantificaron en 818 hectómetros cúbicos los excedentes del sistema Gállego-Cinca que no se habían podido retener y que según ellos casi salvarían una campaña de riego.

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