Las cofradías de Huesca se quedan un día más sin pisar la calle por la lluvia

Ninguna de las dos procesiones del Miércoles Santo, la Enclavación y el Nazareno, se pudo celebrar por el mal tiempo.

Costaleros esperando para salir en el interior de la catedral justo antes de la suspensión.
Costaleros esperando para salir en el interior de la catedral justo antes de la suspensión.
Verónica Lacasa

"No podemos dejar de mirar al cielo y no tiene buena pinta", decía Luis Monsón, prior de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Huesca, que a las 23.00 de este Miércoles Santo debía partir de la catedral para hacer el recorrido de la procesión del mismo nombre. El pronóstico se cumplió y a esa hora llovía con ganas en la ciudad

La de la Enclavación de las 20.30 ya se había tenido que suspender por idéntico motivo. Y lo mismo ocurrió el Lunes Santo con los dos desfiles programados.    

El reglamento marca que si a las 23.00 llueve se espera media hora y si no despeja, se suspende. Como así ha ocurrido. En el interior del templo, los costaleros han esperado para levantar el paso, cabizbajos, agarrados a la peana y con gesto de desilusión, temiendo lo peor, mientras fuera descargaban las nubes. A las 23.30 se ha hecho oficial y se ha anunciado finalmente la celebración de un pequeño acto en el interior. "Aunque solo fuera una amenaza, no nos podemos arriesgar a correr porque el paso se porta a hombros y con el suelo mojado...", advertía el prior.

Veinticuatro costaleros con túnica y capirote morados y cruz y bocamangas amarillas cargan habitualmente la figura de Jesús camino del calvario con la cruz a cuestas, tallada en 1950. Cada uno se reparte unos 40 kilos.

La escultura se guarda en el convento de la Asunción y se lleva hasta la catedral, donde se monta en la peana para salir desde allí por la calle Santiago hasta la plaza Lizana, el Coso Alto y la plaza de la Inmaculada. Aquí se tendría que haber producido el encuentro con la escultura de piedra de este espacio urbano. También estaba previsto, y tampoco pudo ser, que antes de retornar a la catedral, en el convento, se sacara a la virgen de forma simbólica, una imagen encargada a una artista gaditana que se incorporó en el 2017.

La cofradía la forman unas 500 personas, pero dadas las horas, muchos de los más pequeños no participan en la procesión, que esta vez no se pudo prolongar hasta la 1.30 del día siguiente. La duración depende de si hay más o menos paradas para cantarle saetas al Nazareno. Pese a todo, entre costaleros, miembros de la banda y los portadores de los atributos componen suman unas 200 personas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión