La nieve salva una Semana Santa en el Pirineo que tropieza con la borrasca Nelson
Los hoteleros esperaban una gran ocupación, frustrada por la previsión de lluvias, aunque la prolongación de la temporada de esquí juega a su favor.
Con buen tiempo, estas vacaciones de Semana Santa hubieran dejado unos magníficos registros de ocupación en el Pirineo aragonés. Pero la lluvia y el frío que acompañan a la borrasca Nelson, que nos ha devuelto al invierno, han frustrado las buenas expectativas. Los registros de ocupación en los hoteles se moverán entre el 70% y el 80% en los dos primeros días, para caer el fin de semana y lo que resta de las vacaciones. Otros negocios, como bares y restaurantes, sí se verán favorecidos por la masiva afluencia a las viviendas de segunda residencia.
Juega a favor la abundancia de nieve. Las estaciones de esquí, cuyos grandes competidores en estas fechas son los destinos de playa, permanecen abiertas, contando con un amplio dominio esquiable, espesores de hasta más de 2 metros y nieve reciente caída esta misma semana. La temporada se ha prolongado hasta el 7 de abril.
A principios de semana, la Asociación Turística del Valle del Aragón cifraba las reservas en los establecimientos a pie de pistas, "para el periodo principal" de las vacaciones, en torno al 75%. Y un 85% en Jaca. La dueña del hotel Edelweis de Candanchú reconoce que las reservas son muy de última hora. Los días 27 y 28 tiene contratadas el 80% de las habitaciones, pero el porcentaje baja al 60% viernes y sábado y al 30% el domingo. "Decidimos prolongar la temporada del hotel hasta el 7 de abril pero la nula demanda desde el día 1 de abril nos llevó ayer a decidir dar por finalizada la temporada con esa fecha", ha explicado Amparo Lecumberri, quien explica que la Semana Santa siempre es incierta. Aunque este año la nieve abunda, "necesitamos que haga buen tiempo".
La Asociación de Empresarios del Valle de Benasque reconoce que se han recibido cancelaciones de reservas por el pronóstico meteorológico. "No son cifras malas, pero están lejos de lo que se esperaba debido al mal tiempo", declara su presidente, José María Ciria. Se trabaja con los clientes atraídos por el esquí, pero quienes van a hacer actividades en la naturaleza han anulado ante la previsión de lluvia.
Así, las cifras de ocupación entre semana rondan el 60% y en los días más fuertes suben al 70%. En el valle de Benasque confluyen en estas fechas los dos tipos de clientes, esquiadores por un lado y montañeros y senderistas por otro.
"Sí hay ambiente porque las segundas residencias se llenan", afirma este hotelero, lo que favorecerá sobre todo a bares, restaurantes y comercios. Benasque es el segundo municipio de toda España con el mayor porcentaje de segundas residencias, un 34,46% de hogares son de uso esporádico con respecto del total. Y otras localidades como Jaca o Villanúa también tienen un parque de miles de pisos.
En el valle de Tena, donde el papel protagonista en estas fechas lo tiene la estación de Formigal-Panticosa, la asociación de empresarios cifra la ocupación en torno a un 80%, con las segundas residencias también llenas. "Como hace mal tiempo en todo el país, la gente se anima a venir a la nieve", comenta la técnico Elisabeth Calderón. La playa este año no es competencia por el tiempo". La semana próxima "está más flojo", reconoce, "pensábamos que habría más reservas". Y es que en muchas comunidades autónomas ya se habrán acabado las vacaciones.
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido recibía este jueves una afluencia más discreta que la acostumbrada por Semana Santa. Ha estado lloviendo toda la noche y, aunque no lo hacía por la mañana, los autobuses llevaban menos turistas.
En esta comarca, la presidenta de la Asociación de Empresarios de Sobrarbe, recuerda que el tiempo es muy importante en estos destinos. Pese a todo, espera que estos días haya movimiento y que la hostelería pueda trabajar. "Las segundas residencias dan mucha vida al sector servicios", comenta Paz Agraz.
